Miguel Ángel Perera lució en la corrida Picassiana de Málaga un peculiar vestido. Blanco con pasamanería en azabache, estaba decorado con las manos de su hija Carmen y su ahijado Óscar, llenándolo de colorido y originalidad. Completaba el atuendo en el paseíllo un capote de brega diseñado por el artista Loren. Tras la tarde ofrecida por el extremeño hay que decir que el vestido le dio suerte a papá.