“Faltaron muy pocas entradas para colgar el cartel de “No hay billetes”. Estas son palabras de Rafael Tejada, empresario y uno de los artífices por segundo año consecutivo de la revitalización de la Tauromaquia en Melilla, una plaza que superó sus propias cifras con la mejor entrada del último cuarto de siglo, superando, incluso, el listón marcado durante en 2017 con el mano a mano entre Juan Mora y Antonio Ferrera. “Si exceptuamos las gradas que no se venden, los tendidos estaban repletos. No se vivía una cosa igual desde los primeros años 90”, expone Rafael Tejada.
Los toros han vuelto a suponer un impulso y un motor a la economía de la ciudad autónoma. Según los primeros análisis, por cada euro invertido en la corrida el reporte hacia la propia ciudad es de 12 de forma directa. “La fuerza económica este año la han generado lo propios melillenses”, explica Tejada. “Mientras el año pasado el impacto económico vino dado por la inmensa cantidad de aficionados llegados de toda España, este año han sido los propios habitantes de la ciudad quienes han comprado la entrada y han disfrutado de una jornada de feria en Melilla”, sostiene antes de argumentar con datos de los informes del sector hostelero: “El impacto directo, indirecto e inducido ha vuelto a superar la barrera del millón y medio de euros euros”.
Rafael Tejada ya mira a 2019: “Esperamos poder volver a rizar el rizo y superar estos los éxitos de estos dos últimos años”.
