En Huelva, al lado de unos pescados de mar en un restaurante de camareras del Este (yo de mayor quiero tener un restaurante de pescado de mar con camareras del Este) le hice una reflexión a un buen amigo y taurino. Un tipo lúcido. Mira, esto del toro es un gran desajuste. Somos, por definición, un espectáculo que consiste en echar a competir paradojas a ver cuál es más irracional. Puede que hasta funcione por esta razón, pero somos el error más evidente de cualquier sistema. Todo arte, deporte, profesión, tiene una estructura piramidal de esta forma: su base es muy amplia en números y mucho más estrecha en la parte final. El fútbol base es gigantesco en número para terminar estrechándose en su parte de elite profesional. Hay un proceso amplio y largo que va desde los cientos de miles de alevines hasta Messi. Alevines, infantiles, juveniles… todos con sus ligas, sus competiciones, su criba natural.
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