Finalizada la temporada es tiempo de bodas (los profesionales del toro aprovechan estos meses para contraer matrimonio), de cambios de apoderamiento, de ajustar nuevas cuadrillas, de descansar o irse a América para seguir toreando, y, sobre todo, es tiempo de echar números, de hacer cuentas y analizar cómo han ido las cosas. Teniendo en cuenta…