Armando Gutiérrez, mozo de espadas de El Juli, evoluciona de forma satisfactoria del grave percance que sufrió el pasado 9 de noviembre en la plaza de toros Fermín Espinosa “Armillita” de Saltillo. “Me han quitado los puntos, estoy haciendo vida normal, andando y no he tenido ni infecciones ni fiebre. He perdido mucha masa muscular pero poco a poco la iré recuperando“.
Lleva una semana en España, donde continúa acudiendo periódicamente a las revisiones. “No he podido estar con Julián, él termina la primera parte de la temporada americana el día uno y luego vuelve en enero, así que tengo todo el mes de diciembre por delante para recuperarme bien“.
En sus 20 años al lado del torero madrileño, Armando Gutiérrez no había sufrido un percance de tal gravedad. “Este ha sido terrible, he tenido cosas sin importancia pero este ha sido muy duro“, comenta antes de rememorar cómo sucedió todo: “Estaba limpiando la espada y recuerdo que el toro saltó, Julián me dijo que saltara, lo hice y me clavé todo el estoque en la ingle. El corte era muy profundo. perdí mucha sangre. Un boquete tremendo. Fue un susto grande pero lo peor ya ha pasado“, concluye.
