La plaza de Las Ventas de Madrid es la primera del mundo y por eso allí se le exige muchísimo a empresarios, ganaderos, matadores de toros, de novillos, banderilleros, picadores y hasta al mismísimo Florito, que siempre que interviene, por cierto, está cumbre. Y también hay que exigir mucho a los presidentes de los festejos….