La segunda tarde de abono estuvo marcada, en Granada, por la embestida brava y fecunda del toro Casero, de Victoriano del Río, y cuarto de la tarde, que le tocó en suerte a El Fandi, que le cortó dos orejas saliendo en hombros en la segunda de la Feria del Corpus. Pablo Aguado rezumó torería en la faena al tercero, del que paseó un trofeo, mientras que un meritorio Roca Rey arrancó una oreja del quinto.
Casero. Así se llamó el toro que le tocó en suerte a David Fandila “El Fandi” en cuarto lugar. Hasta ahora, el toro de la feria. Un toro alegre y pronto, que resultó por momentos extraordinario en el último tercio. Alegre y pronto, profundo en su embestida por el pitón derecho, planeando y ofreciendo momentos vibrantes. El Fandi aprovechó la calidad del toro para cuajar una faena que supo a poco, sin alcanzar la dimensión y bravura del astado. Dos orejas al matador que bien fue un premio rotundo a la calidad del animal.
Antes, Salió el granadino con el arrojo de costumbre, echando rodilla en tierra para recibir al primero de su lote con largas cambiadas de rodillas. De pie, trazó sentidas verónicas de manos bajas, demostrando la calidad capotera del torero granadino. Fue lo mejor de su faena, puesto que el toro, fue viniéndose a menos en los últimos tercios, y a pesar del espectáculo de banderillas, apenas pudo brindar una medida faena con la muleta, asentada en la mano derecha, por donde mejor anduvo el toro. Se apagó pronto el astado y los fallos con la espada le impidieron tocar pelo. Saludó una ovación.
Cortó una oreja el diestro peruano al quinto de la tarde, que fue arrastrado entre pitos. La gente esperaba, con ganas, volver a ver un toro de bandera. Pero no fue así. Si el toro fue capaz de regalar esperanzas en el capote de Roca Rey, que se ajustó a la verónica y también en quites, a menos se vino en la muleta. Manseó y se fue refugió en tablas, donde el diestro intentó extraerle algún pase de mérito. La estocada, aunque defectuosa, fue suficiente como concederle una dadivosa y munificente oreja.
Gustó la bella estampa del segundo de Victoriano, de nombre Malhumorado. Las hechuras no acompañaron en esta ocasión y frío fue el recibo capotero de Roca Rey, intentando encelar al toro sin éxito. Más lucido fue el quite, aunque tampoco llegó a calar en los tendidos. Sin pena ni gloria llegó el toro al tercer tercio, donde el peruano consiguió robarle, con tesón, varias tandas de muletazos. Mejores por el pitón izquierdo. Pero sin llegar a componer una faena ligada y rotunda. Nuevamente, las espadas fallaron y le privaron de premio. Palmas para Roca Rey en el primero de su lote.
Perfumadas verónicas, con el mentón hundido en la chaquetilla, regaló Pablo Aguado en el primer toro de su tarde. Lo más torero, hasta el momento, de toda la feria. Se sacó al toro hasta los medios abrochando una media honda que arrancó la ovación del respetable. El toro que fue apagándose al llegar al último tercio, apenas si ofreció la posibilidad de Aguado de estirarse con la muleta, robándole pases uno a uno. La hondura del trazo de la franela en ambos pitones y una estocada entera, aunque caída y atravesada, le valió cortar la primera oreja de la tarde.
Cerró plaza un toro de bonita lámina de Victoriano del Río. Pablo Aguado quiso ajustarse a la verónica con él, mas no consiguió limpiar la geniuda embestida que regaló el astado. Mejor se mostró el toro ante el capote de Juan Sierra, llevándolo cosido a la bamba del percal durante el tercio de banderillas. Con la muleta apenas pudo regalar un puñado de pases y varios destellos, con molinetes preñados de esencia. Sus errores con la tizona, y qué decir con el verduguillo, le privaron de cualquier opción de premio. Sólo obtuvo palmas en su despedida, a pie, de la plaza de Granada.
Granada. Viernes, 31 de mayo de 2024. Segunda de la Feria del Corpus. Toros de Victoriano del Río, bravo el cuarto, de nombre Casero. De poco juego los restantes. El Fandi, que sustituía a José María Manzanares, ovación y dos orejas; Roca Rey, palmas y oreja; y Pablo Aguado, oreja y palmas. Entrada: Casi lleno.