Bibliografía:
ANÓNIMO. Reseña histórica guía del visitante Museo Taurino, Imprenta Ortega, Valencia,1929, pág. 35; ed.1944, p. 31; ed. 1947, p. 50; ed. 1951, p.47
DELGADO, P. De seda y oro. Un toque de distinción, Diputación de Valencia, Valencia, 2005, p. 27
SERRANO. M. Guía – Catálogo Museo Taurino, Diputación de Valencia, Valencia,1990, p.24
Exposiciones:
De Seda y Oro. Un toque de distinción. Museo Taurino de Valencia, 2005.
Parte derecha de la taleguilla grana, bordada con motivos florales en oro, que vistió el matador de toros José Gómez Gallito el día de su cogida mortal, el 16 de mayo de 1920 en Talavera de la Reina.
Inicialmente Joselito no debía torear en la plaza de toros que había inaugurado su padre. Sin embargo, deseoso de no prodigarse en Madrid, en donde la tarde anterior había tenido que soportar a un público violento y desconsiderado, en última instancia, optó por presentarse en la plaza de toros de Talavera.
La corrida transcurrió sin grandes alardes técnicos, salvo en el tercio de banderillas del cuarto toro, en donde recibió la última ovación de su vida. El quinto toro de la tarde, Bailaor, procedente de la ganadería de la Viuda de Ortega, resultó bronco y peligroso a pesar de su aspecto poco ofensivo. El joven matador no calibró un defecto visual del toro que le impedía percibir de cerca el movimiento de la muleta; causa por la que el torero recibió una cornada mortal.
La repentina muerte de Gallito, a los 25 años de edad, supuso una gran conmoción entre los aficionados. Su desaparición cerraba un glorioso periodo taurino en el que el público fue testigo en numerosas ocasiones del enfrentamiento entre la perfección estilística de Belmonte y el dominio incomparable de Joselito.
José Gómez Gallito ha pasado a la historia por sus aportaciones técnicas. Era un torero enciclopédico que mostraba gran intuición y dominio de las reacciones de los animales, con los que le gustaba torear en redondo. Improvisador de suertes y con un gran repertorio con el capote, Joselito muere en plena gloria.
(PPF)
Despedida de Marcial Lalanda el 31 de julio de 1942
Bibliografía:
CAPDEVILA, R., Marcial Lalanda, edit. Afrodisio Aguado, Madrid, 1943.
SOBRINO, V., Memoria de Luces II. 1925 – 1949, edit. Avance Taurino, Valencia, 2006, p. 80.
Crónicas Taurinas:
Jornada, del 1 de Agosto de 1942, p. 4.
Las provincias, del 1 de Agosto de 1942, p. 3.
Exposiciones:
El Espacio y sus personajes. Museo Taurino Valencia. Diputación de Valencia, 2000
La despedida de Marcial Lalanda en Valencia tuvo lugar la tarde del 31 de julio de 1942. Era el último festejo de Feria. Los rencores y acusaciones vertidas sobre Marcial, por su actuación la trágica tarde de la muerte de M. Granero, ya habían caído en el olvido. Ahora la plaza estaba llena y dispuesta a disfrutar de la última faena del “joven maestro”.
La tarde del 31 de julio se presentaba Marcial en el paseíllo escoltado por los matadores Pepe Luís Vázquez y Manolo Martín Vázquez. Lidiaron toros de la ganadería del Conde Corte y Tovar. La primera de sus reses no se prestaba al lucimiento e incluso Lalanda escuchó pitos. Su segundo toro debía ser diferente. Se mostró con ansia de gloria, siempre entre los pitones del animal; acabó por hincar la rodilla en la arena y acercar su cara a la res, besando y mordiendo un cuerno del toro, como se ve en la fotografía. La estocada perfecta hizo que le otorgaran entre el júbilo del público 1 oreja, el rabo y 1 pata. A pesar de su excelente actuación, el torero sufrió una herida en la mano izquierda al entrar a matar que le impidió salir por La Puerta Grande.
Marcial se retiraba en plenitud de condiciones físicas, como indicó la crónica de El Levante del 1 de Agosto de ese año. En la temporada de 1942 celebró 16 faenas en las principales arenas españolas, siendo su última actuación el 18 de octubre en la plaza de toros de Las Ventas de Madrid.
(MCL)