Este sábado, 28 de diciembre, se ha organizado un importante foro que abrirá varias posibilidades para defender la tradición del Toro Jubilo de Medinaceli. El acto comenzará a las 20:00 y la entrada será libre hasta completar aforo. El evento está organizado por la Asociación Taurina Celtiberia, de Soria, en el Casino Amistad Numancia de la capital, y contará con destacados defensores de la tauromaquia popular.
En la mesa estará Adolfo Sainz, presidente de la Asociación Taurina Celtiberia, Alberto de Jesús, director de la revista Bous al Carrer y reconocido defensor de todas las tradiciones taurinas populares, el alcalde de Medinaceli, Gregorio Miguel, y Enrique Riosalido, presidente de la Asociación de Toro Jubilo de Medinaceli, Gonzalo Santonja, consejero de Cultura de la Junta de Castilla y León, Julio Martínez, del programa taurino El Toril, de Onda Madrid y William Cárdenas, presidente de la Asociación Internacional de Tauromaquia, que aportará el argumento jurídico para la defensa de este tesoro popular de la localidad soriana.
Cabe recordar que el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo de Soria dictó el pasado 15 de noviembre, justo un día antes de la celebración del Toro Jubilo, una sentencia cautelarísima instada por el partido animalista PACMA contra la celebración del Toro Jubilo de Medinaceli (Soria), rechazando así las alegaciones presentadas por la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento de Medinaceli contra la resolución. En su escrito, contra el que cabe recurso de apelación, el magistrado volvió a recordar que considera “digno de mayor protección la integridad física, el bienestar y la vida del animal” frente a la celebración tradicional, una sentencia, que en caso de hacerse firme, pondría en peligro miles de festejos en todo el país.
El festejo del Toro Jubilo de la villa medinense está reconocido como Patrimonio Cultural de la localidad y Fiesta de Interés Cultural, y su tradición está documentada desde hace siglos en el Archivo de los Duques de Medinaceli. La primera cita de esta fiesta data del 29 de septiembre de 1559, fecha en que fue testigo del rito, desde el balcón central del Palacio Ducal, el rey Felipe II y su tercera esposa Isabel de Valois.