Alberto Donaire ha vuelto a torear tres meses después de la grave cogida que sufrió en Valencia y de la que todavía se está recuperando. La mejoría es notable, hasta tal punto que ha podido sentir de nuevo la emoción de ponerse delante de una becerra en el campo. “He vuelto a vivir”, aseguraba en sus redes tras publicar las fotos toreando, después de tres meses en los que han sido “un infierno”.
El joven espada riojano afincado en Valencia sufrió el pasado 6 de octubre una de las cornadas más graves de la temporada cuando el sexto novillo de la ganadería de Cortijo de la Sierra le provocó un “desgarro con rotura de esfínteres de ano de tres o cuatro centímetros”, tras una “cornada por empalamiento”, según rezaba el parte médico emitido por los cirujanos de la plaza de toros de Valencia.
Ya en el hospital, ha pasado un largo calvario de más de veinte días de hospitalización, en los que ha tenido que ser sometido a una colostomía apenas unas horas después de caer herido en el ruedo, siendo intervenido de nuevo el 14 de octubre de urgencia por una peritonitis.