El caro precio del toro en 2025

Maribel Pérez
martes 01 de abril de 2025
La escasez de bravo a raíz de la pandemia ha derivado en un incremento del precio del toro nunca antes visto en el sector, disparando hasta en un 40 % el valor del bravo. Aplausos ha hablado con algunas voces autorizadas del sector para conocer de primera mano los efectos de esta situación y el nuevo escenario que se están encontrando los empresarios y comisiones de festejos a la hora de organizar las ferias de 2025.

La escasez de bravo a raíz de la pandemia ha derivado en un incremento del precio del toro nunca antes visto en el sector. Los estragos que causó el covid-19 obligaron a muchos ganaderos a reducir el número de cabezas ante la imposibilidad de mantener los costes de producción, una medida que ha provocado carencia de materia prima, lo que ha disparado hasta en un 40 % el precio del bravo. Aplausos ha hablado con algunas voces autorizadas del campo bravo para conocer de primera mano los efectos de esta situación y el nuevo escenario que se están encontrando los empresarios y comisiones de festejos a la hora de organizar las ferias de 2025.

Después de varios años de mucha reducción, la tendencia del mercado de bravo se sitúa ligeramente al alza con “un cierto repunte” en la evolución del número de machos herrados y reproductoras en 2024 y de cara a 2025, según los datos facilitados a Aplausos por la Real Unión de Criadores de Toros de Lidia (RUCTL). Ese informe de la evolución del toro la pasada temporada y que esta entidad presentó en marzo así lo señalaba. Lucía Martín, directora de comunicación y relaciones institucionales de la entidad, en declaraciones a este medio asegura en este sentido que: “Ya no se reduce. Hay un cierto repunte pero es una tendencia todavía de una balanza muy equilibrada entre oferta y demanda”. Lo que puede indicar un cierto cambio en la tendencia del mercado de cara al futuro.

Lucía Martín: “Ya no se reduce. Hay un cierto repunte pero es una tendencia todavía de una balanza muy equilibrada entre oferta y demanda”

Sin embargo, el sondeo del campo bravo realizado por este medio indica que aún estamos lejos de los niveles de hace cinco temporadas. Cuatro años después de la pandemia, en 2024 se evidenció muy notablemente la falta de los productos que hubieran nacido sin la lacra covidiana. El presidente de la RUCTL, Antonio Bañuelos, alertaba entonces sobre “una llamada de atención para la oferta ganadera en la actualidad y en los próximos años”. Esa previsión del mercado bravo de la RUCTL anunciaba “una disminución de un 25 % de reproductoras con respecto a 2019” y una "reducción del 20 % de los machos útiles (4 y 5 años) respecto a la temporada de 2023, lo que suponía además una disminución de casi un 33 % tomando como referencia 2022".

Gráfica de la RUCTL que muestra el descenso desde la pandemia, de la evolución de machos herrados.

Además, el presidente de la RUCTL señalaba que “los gastos de gestión de las ganaderías aumentaron desde 2018 en más de un 40 % como consecuencia de la gran sequía que ha sufrido España, la guerra de Ucrania, la epidemia del EHE y el incremento del precio de las materias primas por la rotura de stock de la pandemia”, entre otros factores. Un incremento de gastos y una escasez de productos que han disparado los precios del toro, y, muy especialmente, de los utreros, erales, añojos y del toro en las calles, con valores impensables hace décadas, algo que por otro lado recompensa en buena medida a los ganaderos, azotados inmisericordemente por todas esas lacras mencionadas e incluso por los saneamientos de la administración estatal de manera implacable.

Florito: “Este año es cuando más se nota la crisis de 2020. Es difícil sacar corridas para plazas de primera pero sobre todo para Madrid”

Hasta Las Ventas, primera plaza del mundo, ha notado esta escasez de bravo a todos los niveles. Lo dice y lo corrobora su veedor, Florito: “Este año es cuando más se nota la crisis de entonces (2020-2021), que fue cuando empezaron a parir las vacas más seleccionadas que dejaron los ganaderos. Vamos a suponer que ganaderos que tenían 350 vacas, quitaron entre 100 y 150. En proporción, el que tenía 700 vacas ha quitado 300 y al reducir la ganadería de madres, es difícil sacar corridas para plazas de primera pero sobre todo para Madrid, que es punto y aparte y no tiene nada que ver, con todos mis respetos, con el resto de plazas. Madrid es distinta porque el toro que sale es muy fuerte, casi casi exclusivo. Además, la temporada en Madrid empieza en marzo y no todos los toros están puestos ni hay muchos para esas fechas”, afirma el mayoral de Las Ventas, que hace hincapié en la falta de todo tipo de animales: “Da igual que sean toros o novillos. En novilladas pasa igual, hay muchos problemas porque el novillo no está hecho ni cuajado y no tiene el suficiente trapío para la exigencia de Madrid. Recalco esto porque cuando voy al campo la mayoría de ganaderos dicen: esto vale para Madrid y qué más quisiera yo que todo valiera”.

Florito, en los corrales de Las Ventas

Florito, en los corrales de Las Ventas.

MADRID, MÁS TOROS QUE NOVILLOS

Esa extrema carencia de utreros que apunta Florito es tal que se traducirá en 2025 en un cambio de tendencia en Madrid, pues programará este año más corridas de toros que novilladas: “En Las Ventas va a haber más corridas de toros. De hecho, al principio de temporada se van a dar más corridas que las temporadas anteriores pero es porque no hay novilladas”. La razón está íntimamente vinculada al incremento de precios por la escasez, algo que Florito explica así:

“Esto está cambiando continuamente. A la escasez se le añade que se han disparado los precios de los añojos y erales. Lógicamente un ganadero al que le paguen una cantidad bastante importante por un animal que tiene dos años y que apenas ha tenido gastos y que lo va a vender casi al mismo precio que una novillada picada, evitándose así el gasto de darle de comer un año más, pues lo va a vender; y segundo, los ven mucho antes, pero sobre todo es por la economía. Los ganaderos vienen con una economía arrastrada, esa carga e hipoteca que tienen encima no es tan fácil de quitársela. Tiene que ver rápido lo que se vende y eso hace que no haya novilladas picadas. Y yo siempre le hablo de Madrid, cuidado. El resto de las plazas, sí tienen novilladas picadas, ojalá aprobaran las novilladas que se lidian en otras plazas en Madrid, vería como habría problemas en Madrid”, afirma a su juicio Florito, que ya hace cuatro años advirtió que toda esta situación iba a derivar en que cada vez sea más habitual ver anunciados dos o más hierros en los carteles de Madrid en formato de desafío o en corridas concurso como tabla de salvación para ganaderías que de otro modo no podrían acudir a Las Ventas:

“Me dijeron que era muy pesimista por aquellas declaraciones pero no lo soy; lo que sí soy es una persona realista porque estoy en el campo con los ganaderos y mayorales, y me dicen lo que hay. No es que yo sea más listo que nadie o que adivine el futuro. Yo no vendo humo, nunca lo he hecho. El que quiera, que lo entienda, el que no..., el tiempo es el que pone la verdad”.

Florito: “Madrid es la que más dinero paga. Hablamos de unos precios por cada toro de como mínimo entre 10.000 y 12.000 euros; de ahí para arriba. Hay ganaderías que valen muchísimo más dinero, todo depende del hierro que sea”

El veedor de Madrid sostiene que de cara al futuro, “esto se regularizará, ahora, el trapío del toro que quiere Madrid no es fácil porque las ganaderías se han reducido mucho. Para sacar diez toros para Las Ventas se necesita tener como mínimo de 250 a 300 vacas. De hecho, muchas de las ganaderías que iban a Madrid hace siete, diez o doce años en estos momentos no van o tienen que ir a las corridas de los desafíos y las concurso. Es la única solución para que muchas no desaparezcan de lidiar en plazas como Madrid al no tener suficientes toros”.

Como veedor de Las Ventas, Florito sostiene que otra de las dificultades que se encuentra cuando va al campo es que “a Madrid tienen que ir siempre, o casi siempre, las mismas ganaderías. Porque no hay otras. Habrá gente que cuando lea esto esté de acuerdo y otros que no; al que no, le invito a que venga conmigo al campo para recorrer España y Portugal -Francia no lo he tocado-, y que me diga qué toros valen para Madrid”. Y ello, dice Florito, obliga a buscar toros con un año vista: “No se trata de salir en noviembre a buscarlos, ahora hay que buscarlos un año antes”, lo que se traduce en un cambio del esquema tradicional para reseñar las corridas para las ferias.

Ante este panorama, Aplausos ha pulsado este incremento de los valores actuales en el mercado de bravo en relación a los anteriores a la pandemia. El oscurantismo suele surgir al plantear la pregunta del millón: el precio real y actual del toro, un tema casi tabú que abarca un espectro sumamente amplio con una estratosférica diferencia de valores marcada por el toro de las figuras -ganaderías de primera fila- y las restantes divisas, y que también va intrínseca y lógicamente ligado a la categoría de la plaza. Florito arroja luz en una plaza de primera como Madrid: “Es la plaza que más dinero paga, por eso viene el género que viene. Los precios que hay ahora están bien y son muy importantes. La joya de la corona -en forma de corrida- de cada ganadería se la lleva Las Ventas. Estamos hablando de unos precios de como mínimo entre 10.000 y 12.000 euros por cada toro; de ahí para arriba. Porque hay ganaderías que valen muchísimo más dinero, todo depende del hierro que sea”, dice el mayoral de Las Ventas sobre el precio medio del toro en ganaderías fuera de la élite.

Carmelo García: "En plazas de segunda categoría, los precios del ganado también se han encarecido entre “un 10 % y un 30 %. Las novilladas es lo que más escasea”

Sin embargo, tratándose de una ganadería de renombre, el precio “depende, pero...” por una corrida “podemos hablar de 120.000 euros o más en una ganadería de figuras”, apunta Florito, que hace hincapié en que “las corridas de Madrid son principalmente el sustento casi casi anual de una divisa. El resto de las plazas pagarán, pero nunca lo que se paga en Madrid. Si un ganadero lidia en dos plazas de primera, bien, pero si no tiene corrida para plaza de primera hay que tener en cuenta que los gastos de producción son los mismos para una plaza de primera que para una de segunda, y la de segunda paga bastante menos que una plaza de primera”. Pero entonces, ¿qué diferencia hay entre lo que se pagaba antes por un toro y lo que se paga ahora? Florito responde: “Depende mucho de la ganadería que sea, pero el precio ha subido tres o cuatro mil euros por toro”. ¿Y el precio de los novillos? “Andan alrededor de unos 4.000 euros en plazas de primera”, especifica Florito sobre este otro mercado.

LAS PLAZAS DE SEGUNDA

Carmelo García, empresario de Algeciras.

En plazas de segunda categoría, los precios del ganado también se han encarecido, entre “un 10 % y un 30 %”, según manifiesta el empresario Carmelo García, gestor de la plaza de Algeciras. En cuanto a las corridas de toros, según ha podido saber este medio por diversas fuentes, hay corridas de figuras -divisas de élite- en plazas de segunda que actualmente pueden alcanzar los 40.000 o 45.000 euros siendo siempre el ganadero el que marca su propia cotización, mientras que en 2019 la cifra no superaba los 24.000 o 27.000 euros. En los restantes hierros el número se sitúa como mínimo en 30.000 euros, cuando antes de la pandemia tenían un coste de entre 22.000 y 25.000 euros.

“Este año se verán novilladas con dos y tres ganaderías, ya se están programando hace tiempo novilladas en formato de concurso o desafío”

En cuanto a las novilladas con picadores en plazas de segunda, oscilan actualmente en una horquilla de precios entre 20.000 y 26.000 euros, mientras que antes de la pandemia eran adquiridas por 12.000 o 14.000 euros. Sobre esta subida en el precio de las novilladas, Carmelo García declara que “es cierto que las novilladas son lo que más escasea y al haber menos oferta, los ganaderos las están vendiendo mucho más caras que otros años y los precios se están incrementando. Con la pandemia se sacrificaron muchos animales y ahora cuatro años después es cuando faltan los toros, pero no creo que haya problemas para que no se vayan a dar festejos aunque no hay tanta oferta como antes”.

TERCERA CATEGORÍA

Alfredo Fernández, veedor.

De las cifras que se barajan en plazas de tercera categoría habla Alfredo Fernández, veedor, hombre de campo que reseña todas las novilladas de la empresa Espectáculos Marisma, de Rafael Ayuso, y colaborador del ganadero Jesús González: “Antes de la pandemia en una plaza de tercera había corridas que se vendían entre 18.000 y 24.000 euros salvo ganaderías puntuales que todos tenemos en la cabeza. Y ahora una corrida de toros en una plaza de tercera posiblemente por debajo de los 24.000 no existe. Si antes una novillada se situaba en torno a entre 10.000 y 13.000 euros, cifra que al ganadero no le hacía cubrir el precio del producto, y el precio más alto eran 15.000 euros, ahora por ese precio tampoco hay porque estamos en mínimos de 16.000... y a partir de ahí 18.000, 20.000, 22.000 euros. Luego ya depende de cómo sean los animales, su longitud de pitón, etc. Por último, los erales, si antes estaban en 1.200 euros, ahora están en torno a los 1.800 y 2.000 euros, pudiendo alcanzar los 2.200 o 2.400 como precio más alto”.

Alfredo Fernández: “Para novilladas, recortes y populares, festejos sin caballos y rejones, la escasez es tremenda. Lo que menos hay son utreros y es una caza y captura de a ver dónde hay”

Una cuantiosa subida de precios que viene ligada a la escasez, sobre todo de novilladas, según manifiesta Fernández: “En novilladas, recortes y festejos populares, novilladas sin caballos y también festejos de rejones, la escasez es tremenda y afecta a todos los niveles. Lo que menos hay son utreros. Ya el año pasado se notó esa escasez pero este año es peor. Cuando hay demanda, y ahora la hay, el precio sube. Y se ha disparatado. Incluso a veces de forma excesiva, pero debo decir en beneficio de los ganaderos, que lo han pasado muy mal muchos años, que ya era hora de que respiraran un poco porque antes ni siquiera podían cubrir el precio que se pagaba por un novillo o un eral; y ahora ya sí, e incluso van a tener un merecido beneficio”.

MENOS TOROS, MÁS COSTES

Las consecuencias de la falta de animales en el campo podrían ir más allá invirtiendo el modelo de mercado ganadero tradicional. Alfredo Fernández, veedor de toros, afirma: “Puede ocurrir que ganaderías que prácticamente no lidiaban a pie y lidiaban en festejos populares, las veamos ahora lidiar a pie en novilladas sin picadores o picadas, o incluso alguna en una corrida de toros”. Además, a su juicio, “esa falta de materia prima hace que el festejo sea más gravoso para una empresa o ayuntamiento, por tanto creo que también puede haber alguna pequeña disminución en algún festejo en algún municipio o ferias de novilladas que me consta que algunas van a reducir algo porque no pueden soportar los precios de la subida al organizar un festejo”.

 

NOVILLOS A PRECIO DE ORO

Este encarecimiento de las novilladas, tanto utreros como erales y añojos, ha hecho que muchos ganaderos prefieran lidiar utreros y erales al obtener mayor rentabilidad, tal y como apuntaba antes Florito. Buen ejemplo de ello es el ganadero Agustín Montes, propietario de Montealto, que desde hace dos años lidia novilladas: “A mí no me compensa porque las corridas que he lidiado últimamente, excepto Madrid, me las han pagado como las novilladas que estoy ahora mismo lidiando. Y tener un año más los toros con las cosas que pasan para que luego te den lo mismo que una novillada, no me merece la pena. Al no matarme las corridas las figuras, tengo que lidiar en plazas de menos importancia y te pegan un tironcito en el dinero. Por eso he decidido no dejar corridas de toros ni este año ni el siguiente. La pandemia me hizo daño, al reducir la cantidad de vacas el toro es más difícil de conseguir. Luego he ido dejando más vacas y con la paridera de este año creo que para dentro de tres o cuatro años empezaré a lidiar corridas de toros”.

Agustín Montes: “No me compensa lidiar corridas de toros porque me pagan lo mismo que las novilladas”

Sin embargo, a pesar de que el precio de las novilladas ha subido, afirma el criador de Montealto que en su caso “yo no cubro gastos. Es cierto que ahora se pagan mejor los toros pero le puedo decir que el precio de las novilladas afortunadamente ha subido bastante pero no lo suficiente. Y vendo las novilladas bastante bien dentro de cómo está el mercado pero no cubro gastos, no crea que le engaño. Dirán que soy imbécil pero lo hago por afición. He estado a punto de quitarlo, porque me han llamado para comprarme la ganadería dos o tres vences y mis hijos no me han dejado y yo tampoco quiero. Tengo tres personas trabajando y 210 vacas de vientre; en total casi 650 animales y muchísimos gastos, y no los cubro pero de eso nadie tiene la culpa, solo yo”.

LOS ERALES, CARÍSIMOS

La ganadería de Pablo Mayoral, enfocada en su mayoría, a festejos menores.

Donde se ha disparado a precio de oro el bravo es en el campo de los erales, cotizando muy al alza y de qué manera, llegando a cifras muy sustanciosas. Lo señalaba Florito anteriormente, que apunta además que “ahora los erales sí que tienen un precio estándar. Usted llega y dice: quiero unos erales, y pueden variar cien euros de la plaza que se los compre. Pero valdrán entre 2.200 y 2.500 euros, que es una cantidad bastante sustanciosa para un ganadero. Hace un par de años estaban en unos 1.400, 1.500 euros”, manifiesta el veedor venteño. En este sentido, Mara Mayoral, de la ganadería de Pablo Mayoral, que lidia tanto novilladas con y sin picadores, manifiesta que el precio en este sector y en el de utreros ha crecido respecto a 2019 “en un 30 % o 40 %. En todas las edades de los animales ha aumentado, pero también los costes se han disparado”. La criadora corrobora la alta demanda existente: “Nosotros tenemos ahora mismo mucha más demanda que oferta en novilladas. Pero nos movemos en los mismos números de siempre, siendo la camada no muy extensa. El número de utreros es el mismo que hace años; lo que observamos es que las empresas empiezan a moverse mucho antes sin acabar siquiera la temporada porque como los productos a nivel nacional han disminuido, intentan conseguirlos y reseñarlos mucho antes que hace años”.

MÁS CONCURSOS Y DESAFÍOS

Como veedor, Alfredo Fernández hace hincapié en la dificultad de encontrar productos en el campo: “No hay toros, para corridas hay mucha escasez. Madrid, Bilbao y Pamplona tienen sus toros pero luego hay plazas de segunda y de tercera para las que cuesta muchísimo encontrar un animal”. Por ese motivo, coincide con Florito en señalar lo que ya se vio la pasada temporada, festejos con varios hierros: “No me va a extrañar que veamos este año novilladas con dos ganaderías o tres, ya se vio a final del año pasado, y ya se están haciendo formatos nuevos con concurso de ganaderías, novilladas concurso o anunciándose en desafíos con dos ganaderías, tres y tres, o dos y dos... Ahora mismo cualquier utrero o toro en el campo vale por esa escasez tan grande que hay. Salamanca está muy pelada de novillos y de toros, y Extremadura, también, hay muy poquito. Es una caza y captura de a ver dónde hay”.

 

EL TORO EN LAS CALLES, EN CIFRAS ASTRÓNÓMICAS

Cada vez son más las ganaderías que venden parte de sus animales para festejos populares, que gozan de un momento de esplendor. Es el caso de Peñajara, cuyo propietario, Antonio Rubio, asegura: “Ya llevo unos años vendiendo toros para el festejo popular y cada vez aumentamos más por la demanda que hay. Sigo con una continuidad en cuanto a número, pero la demanda cada vez es mayor y por ello hay un reclamo con Peñajara muy sustancial”. Dice que el precio para estos espectáculos “se ha incrementado en un 30 o 40 %, un porcentaje muy elevado, debido al aumento de costes de los cereales en el pienso, de la energía, de mantenimiento, y junto a la enfermedad hemorrágica todo ha derivado a que haya escasez de un producto y cuando eso pasa, hay un aumento en el precio”. Hay toros para las calles que valen hasta 12.000 e incluso 15.000 euros en ganaderías demandadas por los aficionados al festejo popular y en toros con una presentación dignada de una plaza importante: “El toro con trapío siempre se ha pagado y ahora un poco más”. Además, ahora se busca ese toro serio e imponente, algo que ha cambiado respecto a otras épocas del festejo popular: “Hay muchísimo mercado para ese toro serio. Todo el mundo quiere un toro nuestro porque es un toro con mucho trapío y ese tipo de mercado es donde existe la escasez”.

Gráfica de la RUCTL que muestra el descenso desde la pandemia, de la evolución de reproductoras.

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