Acabo de leer dos libros sobre dos figuras del toreo. Uno es la autobiografía de José Miguel Arroyo “Joselito” y el otro una biografía de Luis Miguel “Dominguín” escrito por Andrés Amorós. Apasionado el segundo porque a Andrés le viene de padre el “dominguinismo”, y cuando un relato tiene la altura literaria que él le ha imprimido a la peripecia vital de aquel gran torero, deviene en una novela de calidad. Sin embargo el primero es un alarde de cruda y desapasionada sinceridad, un libro leñero y en algunas de sus páginas de una escalofriante dureza, porque no en vano José Arroyo viene del “mondo cane” como dicen los italianos, y no ha intentado ocultarlo en su autobiografía sino todo lo contrario. Y como además no es de los que “se la coge con papel de fumar”, no iba a dárselas de literato a estas alturas y en consecuencia plantea el relato de su vida con una descarnada crudeza que en ocasiones casi hace daño. La autobiografía de Joselito la pilla un guionista de Hollywood, y escribe el argumento de una película que con Robert de Niro como intérprete es el “Erase una vez en América” a la española.
Lea AQUÍ el artículo completo en su Revista APLAUSOS Nº 2015
Lea AQUÍ el artículo completo en su Revista APLAUSOS Nº 2015 para iPad
Lea AQUÍ el artículo completo en su Revista APLAUSOS Nº 2015 para Android