Se la jugó Florito este viernes en Las Ventas, que de nuevo dio una lección de profesionalidad y amor propio. El sexto novillo de la tarde no quiso entrar a los corrales con los cabestros así que Florito, para no alargar más de la cuenta la función, vara en mano y a cuerpo limpio citó al novillo, que se le arrancó con pies, para meterlo en la manga de toriles. Apuró hasta el último momento llamando la atención del novillo, llegándole a pasar muy cerca antes de esconderse. Un ejemplo más de su buen hacer en los corrales de Madrid.