Me asalta una triple duda: si Maduro se mudó a Valencia (Españ/ña) o si Ribó se convirtió al bolivarianismo o si los gestores de estas Comunitat y/o ciudad han sido secuestrados por la estupidez del sectarismo más torpe, bufón y alienado. Si quieren convertir a Valencia en un engendro, lo están bordando. Ya sabíamos que esta ciudad y sus mentores políticos andan con el toro tras la oreja, pero lo de los últimos días es cagar pedos. Cagar pedos tiene un gran peligro. Porque no es ni cagar ni peerse, y, por tanto, es como ser padre sin tener hijo alguno o masturbarse sacándose un moco.
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