Magnífico el ambiente que se vivió en la casi bicentenaria plaza de toros de Bocairent, donde el público respondió llenando los pétreos tendidos. Había ganas de ver a Morante de la Puebla tras su paso por Sevilla, se palpaba en el ambiente, y el torero no defraudó. Su paso se recordará en esta plaza. La faena a su segundo fue para paladares exquisitos, con un toro siempre a medio gas, pero al que Morante, paciente y en estado de gracia, le extrajo lo que no tenía en una labor llena de sentimiento y variedad. Despaciosidad, improvisación, sabor añejo… toreo delicioso. La espada dejó el premio en una oreja que paseó en medio de un gran fervor. Antes, Morante había dejado pasajes preciosos a su primero, medido de empuje. El de La Puebla le puso el alma que le faltó a su oponente.
AGUADO, A HOMBROS
El toreo bueno se impuso en Bocairent. A Morante le dio buena réplica Pablo Aguado, que le cortó las dos orejas a su segundo, un cómodo brocho de pelo melocotón con mucha calidad y que permitió torear al sevillano con naturalidad, caído de hombros y aceitosa muñeca. Toreo caro. En su primero se empecinó en hacer el toreo templado y vertical a un toro blando de remos y sin humillar.
LA RÉPLICA
La tarde rompió con el novillero sin picadores Bruno Gimeno, que ante la papeleta de estar acartelado con dos grandes, se vino arriba y sacó toda su artillería de novillero bullicioso y completo en todo menos con la espada, que le limitó el premio a una oreja en su primero, un excelente eral de Torrealta, bravo de verdad y de buena condición. También se dejó su segundo, con el que de nuevo hizo temblar las piedras del coso en los primeros tercios, portagayola incluida, y un tercio de palitroques muy emotivo. La espada, otra vez, fue la nota negativa.
Bocairent (Valencia). Toros de Núñez del Cuvillo, correctos de presentación y nobles, mejores los dos últimos; y dos erales de Torrealta, buenos. Morante de la Puebla, ovación con saludos y oreja tras aviso; Pablo Aguado, ovación con saludos tras aviso y dos orejas tras aviso; y el novillero sin picadores Bruno Gimeno, oreja tras aviso y oreja tras dos avisos. Entrada: Lleno.