Después de cuajar una faena de mucho nivel al sexto de la tarde, Borja Jiménez no estaba dispuesto a dejar escapar un triunfo rotundo en Pamplona. El sevillano pinchó en el primer intento, pero en el segundo encuentro en la suerte suprema se tiró muy recto, dejando una estocada entera en la que cobró una fuerte cornada en el muslo derecho. Mientras el toro doblaba, las cuadrillas se llevaban a Borja a la enfermería. La cuadrilla del sevillano paseó las dos orejas.