La temporada lleva pocas semanas despierta y Manuel Escribano ya ha dado los primeros golpes en la mesa. Sevilla ha sido el escenario elegido para apostar. Y lo hizo por una de Victorino y otra de Miura. Y salió cara. Dos orejas, una en cada tarde, y premio a la mejor estocada del ciclo abrileño. Su objetivo era demostrar a la afición hasta dónde es capaz de llegar, qué quiere y puede conseguir. Meta cumplida. Quedan otras muchas, entre ellas, Madrid y Nimes en pocos días. Pero fechas aparte, el torero de Gerena asegura haber iniciado el año con más confianza que el anterior, sin dudas. Seguro de que este momento es el suyo.
– “No quiero enfocar lo de Sevilla como una gran gesta de súper hombre, pero sí quería dar un golpe en la mesa”
– “En Écija toreé un toro como si fuera de salón, a cero por hora. En ese aspecto puedo sorprender, pero han de embestirme”
Lea AQUÍ la entrevista completa en su Revista APLAUSOS Nº 1964