“Salve Cesar Imperator”… Así saludaban al emperador los gladiadores del circo romano, y el Cesar bajaba el dedo pulgar de la mano derecha, ordenando que diera comienzo el espectáculo de la singular batalla entre aquellos hombres y los leones. Pero el toreo nada tiene que ver con aquello, porque el hombre vestido de luces convierte…