Uno de los secretos de la plaza de toros de Nimes es la diligencia con que Curro Caro vela por todas las corridas que se lidian en el Coliseo. Una vez que llegan hasta la ciudad francesa, el mimo, el trato y el cuidado de los animales son responsabilidad de un taurino singular, todo un personaje. Matador de alternativa, un francés de Linares. Nos acercamos a su figura. Nadie mejor que él para explicar los entresijos del manejo de los toros desde los corrales externos -algo así como el Batán francés- hasta el coso, el mismo día del festejo.
– Para respetar el milenario coliseo, los corrales se encuentran a unos kilómetros del centro de la ciudad
– “Aquí gusta un toro bien hecho, que marque sus hechuras y sobre todo que sea prototipo de su encaste”
– Un 26 de septiembre de 1981, Antoñete le cedía los trastos en el Coliseo en presencia de Nimeño II
Lea AQUÍ la entrevista completa en su Revista APLAUSOS Nº 1929