El pasado sábado, día 14 de agosto, se celebraron los festejos taurinos de la A.C.T. La que Faltava. Cinco toros estaban anunciados para este año, a las 11 de mañana comenzó el festejo con la tradicional entrada de vacas.
A continuación se soltó al primero de los astados, un toro de Santiago Domecq de buena presentación aunque sin llegar a cuajar de pitones. Realizó una salida rápida, donde demostró nobleza. Al final de su lidia cogió a un aficionado pero no hubieron daños graves. La exhibición finalizó con la suelta de dos vacas.
Por la tarde, tras la suelta de una vaca, le siguió un toro de Torrestrella fuerte y bien presentado aunque cornicorto, que realizó una salida rápida recorriendo todo el recinto taurino sin parar.
El siguiente en salir fue un astado de Núñez del Cuvillo, de excelente presentación, de pelo burraco y con dos pitones bien puestos arriba. Éste realizó una excepcional salida acudiendo a todos los cites, rematando en las rateras y burladeros.
El tercero fue de la ganadería Casa de los Toreros. Un toro negro de excelente presentación, fuerte con dos buenos pitones. Se trató de un toro noble y de embestida fuerte con una gran arrancada, pecando un poco de salir suelto de los quiebros que le realizaron.
A última hora de la tarde se soltaron varias vacas para luego dar paso al primer toro embolado de Santiago Domecq. Un toro que se vino abajo, pero aun así se le pudo sacar algún quiebro.
El primer embolado de la noche fue un toro de Torrestrella del cual no hubo mucho que destacar salvo que tuvo la misma movilidad que la mostrada en su lidia por la tarde.
Le siguió un toro de Núñez del Cuvillo fuerte, negro, enmorrillado. De buena presentación salvo que tenía la punta de un pitón rota. Toro de buena acometida, noble, que remató bien en las rateras y al que se le realizaron buenos quiebros aunque se apagó enseguida. La siguiente embolada también fue con un astado de Núñez del Cuvillo. Un toro que ofreció grandes quiebros y rodadas, y que además, propició a que Kike “Litillo” de Meliana se arrancara y le pegara una serie de buenos capotazos. El toro fue despedido a los corrales con una ovación.
La última embolada de la noche fue para el astado de la Casa de los Toreros. Toro que se lastimó por el piso mojado de la lluvia, pero que realizó, igual que por la tarde, grandes arrancadas que crearon peligro entre la gente que estaba allí. Durante el día taurino las vacas y los bueyes corrieron a cargo de la ganadería de Mijares.
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