El matador de toros salmantino Damián Castaño y el que ha sido hasta ahora su apoderado, José Ignacio Cascón, han concluido, tras nueve años, su relación profesional. La ruptura se ha producido de común acuerdo y de forma amistosa como así lo ha hecho público el torero, quien ha agradecido a Cascón su trabajo e implicación en su carrera profesional durante casi una década.