El eco de la histórica tarde de Daniel Luque en Dax dura cuando han pasado ya 48 horas. Y más que durará puesto que una actuación como esa no se olvidará nunca. El diestro sevillano cerró el círculo el pasado sábado en Francia, el país que lo rescató después de varios años alejado de las ferias. Más allá de los Pirineos fue ganando confianza y crédito en la afición hasta llegar al punto actual en el que se ha convertido en un torero imprescindible.
En Dax cuajó una actuación memorable, salando su gesta como único espada con siete orejas y dos rabos de una extraordinaria corrida de La Quinta, a la que indultaron un toro, Sardinero de nombre, y dos más fueron premiados con la vuelta al ruedo, Farolito y Presumido.
En el vídeo de quince minutos que acompañan estas líneas se recogen los pasajes más importantes de aquella tarde. Una gozada.