Roberto Espinosa, empresario a la sazón del coso valenciano, preparó una larga feria compuesta por siete corridas de toros, dos novilladas y un festejo de rejoneo. Los problemas para confeccionar el serial saltaron desde el primer momento, pues ni José Tomás ni Joselito, apoderados ambos por Enrique Martín Arranz, consentían que el abono fuera retransmitido por televisión a través de una plataforma. No hubo manera de convencerlos. Como tampoco hubo acuerdo con El Juli, que acababa de romper su apoderamiento con Victoriano Valencia y pasaba a ser administrado por Manolo Lozano. Se habló de que El Juli o su apoderado, o ambos a la vez, se habían descolgado pidiendo 40 millones de pesetas por tarde, alegando que la empresa, por derechos de televisión, podía hacer frente a esa petición. Lo cierto es que en el toma y daca final tampoco se llegó a un acuerdo. Para más problemas, Curro Romero, aquejado de un herpes, no pudo cumplir su compromiso el día 18 y fue sustituido por Juan Mora.
El resultado artístico del ciclo no estuvo a la altura esperada. De la larga nómina de espadas de alternativa, solo cortaron trofeos Miguel Abellán, dos, Pepín Liria, uno, Manuel Caballero, dos, y Enrique Ponce, uno el día de San José. El resto -Víctor Manuel Blázquez, Ángel de la Rosa, Javier Rodríguez, Juan José Padilla, El Califa, Dávila Miura, Uceda Leal, Espartaco, El Cordobés, Vicente Barrera, Rivera Ordóñez, Juan Mora, Morante de la Puebla y Juan Bautista- se fueron de vacío. Y la nota dramática del ciclo fue la grave cornada sufrida por Espartaco el día 16. Se lidiaron cuatreños de Bohórquez, Cuadri, Carmen Lorenzo, El Ventorrillo, Alcurrucén, Pereda y Atanasio Fernández. En la de rejoneo, también de Bohórquez, cortó una oreja González Porras. Discretos pasaron Leonardo Hernández, Fermín Bohórquez, Luis Domecq, Antonio Domecq y Andy Cartagena.
Tampoco brillaron los seis novilleros actuantes, Antón Cortés, Sebastián Castella, Miguel Fuentes, El Fandi, Rafael Ronquillo y Joaquín Mompó, que fueron incapaces de cortar una sola oreja. Las novilladas fueron de los hierros de La Quinta y Fuente Ymbro.