Las corridas de toros aportaban, a priori, pocos alicientes, solo la presencia de Manolo González, un torero prácticamente inédito para la afición valenciana, suponía el punto de referencia. Tanto él como Parrita actuaron las dos tardes, mientras que Manolo dos Santos, el 18, y Rafael Llorente, el día de San José, completaron las ternas. Manolo González cortó una oreja el día 18, a cambio de resultar cogido. No obstante, hizo el paseíllo el 19 en inferioridad de condiciones físicas, lo que le fue recriminado por la gente. El portugués Dos Santos y Parrita, el día 19, también obtuvieron un trofeo. Se lidiaron reses de Fermín Bohórquez, la primera tarde, y de Guardiola, la segunda.
Con resultado muy discreto en las corridas de toros, la novillada del día 20 supuso un antes y un después en el devenir de la historia de la plaza de Valencia. Debutó ese día Miguel Báez “Litri”, al que los viejos aficionados acogieron con los brazos abiertos en recuerdo de su hermano Manuel, que también gozó de un gran cartel en esta plaza. El debut del nuevo Litri se saldó con el corte de tres orejas, un rabo y una pata. Ese día cambió el panorama taurino valenciano para comenzar a marcar una de las etapas más gloriosas en la historia de su plaza de toros.