-Los duelos ganaderos son una corriente de moda en el toreo. ¿Qué considera que aporta el hecho de enfrentar a dos ganaderías?
Adolfo Martín: La palabra desafío o enfrentamiento no me gusta. Podemos hablar de competencia, no puedo tener un enfrentamiento con una familia que son los amigos ganaderos más grandes que puedo tener, sobretodo en la persona de Fernando Cuadri. La política que se está llevando en ese sentido tampoco me gusta, he aceptado porque se me propuso hacerlo con Cuadri. Supone un aliciente, un interés por ver toros de ganaderías con prestigio, me lo propuso el empresario y decidimos tirar para adelante.
Luis Cuadri: Los duelos ganaderos creo que pueden aportar variedad dentro de una misma corrida ya que como es el caso de El Puerto se dan tres toros de dos encastes completamente distintos, por lo que el aficionado tiene la oportunidad de ver dos encastes muy diferenciados y con una morfología y embestidas también muy diferentes. Aporta variedad y mayor interés de cara al espectador.
-Y en El Puerto de Santa María, un coso poco habituado a festejos de esta índole.
AM: Creo que en el pliego nuevo, o la propuesta de la plaza, había motivos para buscar otro tipo de toros fuera del común o habitual. Yo ya he lidiado dos corridas en El Puerto. Vamos a buscar algo diferente a lo habitual. Cuadri es un ganadero muy premiado en Madrid y con más antigüedad que yo como ganadería, entendemos que el motivo era bonito para lidiar esta corrida. Dos ganaderías distintas a las de todos los días.
LC: Lidiar en esta plaza es lidiar en una plaza que, por su historia, es un templo de la tauromaquia, supone una gran satisfacción lidiar en cosos de esta solera y estamos muy agradecidos a la empresa y a Carlos Zúñiga en particular y esperamos francamente que el aficionado también lo sepa agradecer y responda.
Adolfo Martín, flanqueado de trofeos y de toros bravos.
-Hemos visto imágenes de los toros reseñados. ¿Se sigue algún criterio más específico para su selección teniendo en cuenta reata, presencia, conociendo que se trata de un duelo ganadero y no un festejo de seis toros del mismo hierro?
AM: Los tres toros que llevo serán de menos volumen que los de Cuadri, que es el más grande de la cabaña brava, pero aun así tienen mucho trapío. Van dos concretamente que son toros de Madrid perfectamente. El ruedo es muy grande y se come mucho la presencia del toro por lo que lógicamente se busca una presencia con trapío exigible a las circunstancias.
LC: Nosotros seguimos la temporada, conocemos el tipo de toro que se lidia allí, al elegir los tres toros no hemos querido salirnos del tipo indicado. Tampoco creemos que sea idóneo presentarnos con un toro de Madrid, por ejemplo, debe ser armónico, acorde con la plaza y que deje marcado el sello de nuestra ganadería con seriedad y compromiso en la presentación. Intentamos aunar el tipo de toro que pide la plaza y la forma en que intentamos presentar la corrida. Creemos que salirnos del tipo de toro y presentar un toro superior no beneficia a la feria porque son más festejos y la presentación también se valora de forma conjunta con el resto de festejos.
-¿Qué destaca del hierro contra el que se mide?
AM: Es un hierro emblemático, y eso no se le dice a cualquiera, el estilo Cuadri es muy marcado y conozco su trayectoria perfectamente, muy vinculada a Madrid. Recuerdo corridas con toros de mucha movilidad, muy encastados, daban espectáculo y gustaba al aficionado. Posteriormente, por motivos del momento, parece que ha desaparecido un poco de plazas y sitios habituales a los que iban. Me gustaría por ellos y por la tauromaquia que la ganadería de Cuadri volviera a recobrar esa fuerza que tenían.
LC: Tanto Adolfo Martín como Victorino representan probablemente la vertiente más encastada y que mayores alegrías haya dado al aficionado del encaste Albaserrada. Este encaste se diferencia mucho del nuestro pero ha llevado la emoción a los tendidos en los últimos sesenta años de la historia de la tauromaquia. Nosotros no nos identificamos mucho con la embestida que presenta pero entendemos que es de los más bravos y encastados que hemos encontrado dentro de la cabaña brava.
Fernando y Luis Cuadri, en Comeuñas, territorio del toro bravo.
–El cartel, dos toreros con marcado rodaje como Escribano y Pinar, y Alejandro Morilla, torero local al que se le presenta una bonita oportunidad. Como ganadero, ¿qué espera, qué consejos les daría?
AM: Escribano y Pinar son toreros contrastados, con oficio y seguridad ante este tipo de toros. Escribano cuajó al toro Español en Madrid, el año del bombo. Es un torero con mucho mérito, estar como está ante mis toros. Pinar tiene un oficio extraordinario, es un buen torero y las circunstancias lo han tenido algo apartado. Es una elección justa y acertada. De Morilla apenas puedo opinar porque no le conozco.
LC: Recomendaciones a este tipo de toreros que ya tienen un oficio creo que ninguna, porque ya saben perfectamente su papel. Espero que muestren su oficio, su predisposición, que hagan las cosas a favor del toro y espero que muestren la dimensión de toreros que tienen los tres.
-Por último, ¿qué le gustaría que el aficionado valore dentro del comportamiento de sus toros?
AM: Me gustaría que vieran las condiciones de mis toros, que humillen, que tengan el temple de Saltillo, que sean bravos y que propicien una gran tarde. Por trapío y hechuras están, además de buena reata. Vamos con toda la ilusión a esta corrida.
LC: La diversidad que se va a ver en la corrida tanto en tipo como en comportamiento. No se puede pedir a un toro nuestro que tenga la cara que tiene uno de Adolfo Martín ni a uno de Adolfo el cuajo que tienen nuestros toros. En el comportamiento, nuestro toro quizá sea de mayor explosividad en su arrancada y el de Adolfo tenga una embestida más al ralentí. Se debe valorar la diversidad y saber ver la corrida con ojos de aficionado cabal en función de cada encaste. Ese aficionado sabe exigirle a Cuadri unas características y a Adolfo, otras.