Este Viernes de Dolores, 11 de abril, el Cristo de la Misericordia, más conocido como Cristo de los Toreros, volverá a recorrer las calles del barrio de las Letras de Madrid en su tradicional vía crucis penitencial. Se trata de una tradición con raíces profundas que se remonta a 1943, cuando por primera vez salió esta imagen por las calles de la capital de España.
La historia comienza un año antes, en 1942, cuando se fundó la Hermandad de los Toreros, con sede en la iglesia de Jesús de Medinaceli. Impulsada por el torero Antonio García "Maravilla", contó con figuras como Domingo Ortega y Luis Miguel Dominguín como hermanos mayores. Su inspiración fue la cofradía homónima del barrio de San Bernardo de Sevilla.
Desde su primera salida procesional en 1943, el Cristo de la Misericordia, obra del imaginero Rafael García Iruruzqui, sorprendió por su singularidad: la imagen era portada sobre sencillas andas y lucía a su espalda un capote de paseo extendido, como símbolo del mundo taurino que lo acompañaba.
El recorrido pasaba por las calles Cervantes, León, Santa Ana, Príncipe, Canalejas, Sol, Alcalá, Cibeles, Paseo del Prado, hasta llegar a Medinaceli. A él acudían multitud de toreros, subalternos, apoderados y aficionados. En 1949, el Club Taurino Valenciano llegó a enviar miles de claveles rojos para adornar el paso.
Sin embargo, la procesión dejó de celebrarse en 1957 pese al empeño de toreros como Julio Aparicio o Antoñete por mantenerla viva. Afortunadamente la historia no acabó ahí. En 2023, sesenta y seis años después, la Archicofradía de Jesús de Medinaceli decidió retomar la tradición y devolver al Cristo de los Toreros a las calles de Madrid como parte de la Semana Santa.