El pasado 10 de abril Las Ventas vivió un momento dramático. Emilio de Justo, en su apuesta como único espada ante seis toros, fue cogido de forma espeluznante por su primer toro, causándole una grave lesión cervical. Tres meses después, el diestro extremeño está a punto de reaparecer, la cita será en Almería el próximo 21 de agosto, en un mano a mano junto a Roca Rey y reses de Núñez del Cuvillo.
Poco a poco el torero va dejando atrás el calvario vivido. Para llegar hasta aquí -hace unos días se le retiró el corsé cervical que llevaba- el extremeño ha necesitado someterse diariamente entre ocho y diez horas a un tratamiento y ejercicios con programas de alta tecnología venidos desde Alemania, Estados Unidos o Corea del Sur.
El Dr. Hevia, que le ha atendido en todo este proceso, cuenta que se trata de “una lesión gravísima que ha podido costarle la vida”, y que generalmente “existe la necesidad de muchos meses de recuperación”. Aquel 10 de abril el torero volvió nacer, ya que en palabras de Javier Alfonso, su fisioterapeuta “de 1.000 casos 999 acaban en tragedia, lo normal hubiera sido que esa fractura hubiera desencadenado en una lesión medular importante con un desenlace fatal”.
El estado físico del torero ha sido clave en su recuperación, los plazos se están acelerando ya que “es un atleta de élite, está muy preparado físicamente”.
En este tipo de lesiones siempre queda la duda, ¿puede quedar alguna secuela? Su fisioterapeuta es claro al respecto: “Rotundamente no, no va a tener ninguna secuela”. Alentadoras palabras que hacen pensar que Emilio de Justo volverá al cien por cien a los ruedos.
