Curro Díaz saludó una ovación con el toro que abrió plaza, un ejemplar muy deslucido. El torero de Linares aplicó sutileza y temple. Resultó volteado, percance del que salió con la taleguilla rota. No sería el único susto, ya que sufrió un pitonazo en el vientre entrando a matar. Faena de mucho mérito de Curro por las dificultades del toro.
Descastado el cuarto, áspero, fue otro toro que desarrolló muchas complicaciones. Pero tuvo enfrente a Curro Díaz que demostró su excelente oficio además de una gran determinación para solventar todas las dificultades, que fueron muchas, que le planteó el toro. Se tiró a matar de verdad, siendo cogida de forma espectacular, sufriendo una cornada en el muslo derecho por la que tuvo que pasar a la enfermería. Fue reconocido con una oreja.
Morenito de Aranda se encontró en su primer turno con un toro complejo. Aun así, el burgalés anduvo solvente, firme y fácil, sin pasar apuros pese al reto que le planteó el toro de Valdellán, que embistió con brusquedad. Con la izquierda hubo pasajes muy bellos. La espada no le funcionó y fue silenciado.
El quinto fue el de mayores opciones de la tarde por su nobleza, fue un animal más manejable que el resto de sus hermanos. Morenito de Aranda no dejó escapar la ocasión de hilvanar una faena personalísima y de exquisito gusto. Si bien toreó sobre la diestra, la cumbre de la faena fue la hondura de los naturales. Mató de una buena estocada tras pinchazo y paseó las dos orejas.
David de Miranda no tuvo ninguna opción con un tercer toro a menos y sin clase alguna. Estuvo firme el onubense pero su faena no pasó a mayores por la deslucida condición del valdellán.
Frente al sexto firmó una faena compacta y seria, de nuevo presidida por la firmeza. No se quiso quedar atrás de sus compañeros y le buscó las vueltas en todo momento al toro, lo exprimió y lo mató de una gran estocada para conquistar una oreja.
Burgos, domingo 30 de junio de 2024. Toros de Valdellán, bien presentados y de complicado juego en conjunto a excepción del noble quinto. Curro Díaz, ovación con saludos y oreja; Morenito de Aranda, silencio y dos orejas; David de Miranda, silencio y oreja. Entrada: Tres cuartos de plaza.
