Sevilla

El Juli, cumbre, tres orejas y Puerta del Príncipe

Redacción APLAUSOS
lunes 19 de abril de 2010

Gran tarde del diestro madrileño, que ofrece toda una lección de maestría y capacidad lidiadora en dos faenas que pusieron la Maestranza al rojo vivo. Juli hace realidad su sueño once años después y se emociona tras estoquear al cuarto.

Cumbre la actuación de Julián López “El Juli” de esta tarde en la Maestranza. El torero de Velilla de San Antonio cuajó dos actuaciones pletóricas, de torero en sazón. Sobrado de técnica, poder y valor, firmó una obra maestra ante el serio, astifino, hondo y cuajado ventorrillo que abrió plaza. El ejemplar se desplazó bien en el capote de Juli, que lo recogió con templadas verónicas, ganándole terreno y gustándose. Quitó después por chicuelinas combinadas con una especie de tijerillas que fueron un dechado de gusto y torería. El comienzo por alto con la muleta fue templado y cargando la suerte. Luego, por los dos pitones, acompañó y obligó con todo el cuerpo la brava embestida del toro. Hizo todo lo que le dio la gana y mató de un sensacional espadazo. Tremendo Juli. El rácano premio de la oreja, ridículo para una obra tan importante.

El cuarto, de preciosas hechuras y pelo colorado ojo de perdiz, embistió con calidad al capote de Julián, que le recetó un puñado de verónicas ganando terreno rematadas con una buena media. En la muleta, el de El Ventorrillo embistió con transmisión y El Juli, sobrado de nuevo, muy seguro e inteligente, volvió a bordarlo por los dos lados. Aunque el volapié fue contundente, el toro tardó en caer, el puntillero lo levantó después, pero, a pesar de todo, el presidente premió la faena con las dos orejas.

Sus otros dos compañeros, Sebastián Castella y Miguel Ángel Perera, se llevaron peores lotes. El francés anduvo voluntarioso ante el primero de su lote, un toro noble pero falto de ritmo y profundidad en su embestida que incluso le pegó un pitonazo en el comienzo de faena. El otro, que manseó en los primeros tercios, no fue fácil para la muleta. El animal, un toro encastado, con viveza en su embestida, pareció otro toro cuando no tropezó las telas del de Beziers, que tragó con él y lo mató de habilidosa estocada.

Por su parte, Perera se esforzó con el noble pero flojo ejemplar que le correspondió en primer turno. El toro, que fue protestado en los primeros tercios debido a su escasa fortaleza, no se recuperó e impidió que pudiera lucir el extremeño. El sexto, un manso en toda regla, no le dio ninguna opción.

Sevilla, 16 de abril de 2009. Toros de El Ventorrillo, muy bien presentados y de juego desigual. Los mejores fueron 1º y 4º. El 3º, con mayor fuerza, también podría haber sido importante. EL JULI: Oreja con fuerte petición de la segunda y dos vueltas al ruedo y bronca al presidente y dos orejas; SEBASTIÁN CASTELLA: Silencio y silencio; MIGUEL ÁNGEL PERERA: Silencio y silencio. Se desmonteró Curro Molina tras parear al segundo. Entrada: Lleno. El festejo comenzó con cinco minutos de retraso por la retirada de la lona protectora del albero.

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