El nefasto cambio de cromos

No es que el negocio taurino sea una asociación de auxilios mutuos, pero sí que debería funcionar con un mínimo sentido de la justicia con mayúsculas. La de torero es un profesión en la que su sufre y se muere de verdad, y quienes la practican merecen mayor respeto.

Una seria y peligrosa corrida de toros en Esquivias, mansurrones y con malas ideas, excepto el segundo de la tarde. No cito el nombre de la ganadería para no perjudicar al ganadero. Y luego se quejarán de la prensa… Han actuado tres toreros, uno de ellos, Padilla, que ha derramado valor, entrega y aceptación del riesgo, como es habitual en su manera de estar en los ruedos. El jerezano se la ha jugado sin trampa ni cartón y ha abierto la puerta grande dejándose acariciar por los pitones que han silueteado su anatomía en cada pase y en cada par de rehiletes. Con la espada, un cañón.

Uceda Leal ha demostrado que es un gran torero con una técnica depurada y una calidad indiscutible con capote y muleta, además de dejar patente que es el matador de los últimos tiempos que maneja la espada con más pureza, sobre todo en la ejecución de la suerte. Merecida puerta grande también para el buen torero de Usera. Torerazo convicto y confeso. ¿Por qué no está en las ferias?

El de Borox es la viva imagen de la injusticia de los “cuentaeuros” que mandan en la Fiesta. David Mora, ni está toreando todo lo que debería torear ni donde se merece. El cambio de cromos de los mercachifles empresarios-apoderados-ganaderos no lo permite. Por mucho que demuestre, como hoy en la “corrida cervantina” de Esquivias que es un torero en sazón, que ha ganado muchos enteros desde su reaparición tras la tremenda cornada que lo ha mantenido en dique seco casi dos años. Hoy ha dado un nivel de auténtico triunfador en una plaza de tercera con toros de primera.

No es que el negocio taurino sea una asociación de auxilios mutuos, pero sí que debería funcionar con un mínimo sentido de la justicia con mayúsculas. La de torero es un profesión en la que su sufre y se muere de verdad, y quienes la practican merecen mayor respeto.

A la vista de estas y otras muchas injusticias, si yo tuviera que puntuar a algunos empresarios de los que más mandan en el cotarro, algunos no pasarían del suspenso. ¡Y se hacen de oro! Un día hasta puede que me atreva a dar nombres! No lo he hecho ya porque entre ellos también hay hombres cultos y de buena raza, a los que aprecio y respeto.

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