Una vez conocida la noticia del fallecimiento de Dámaso González, Albacete, su pueblo, rindió un espontáneo homenaje a su torero. Multitud de aficionados se acercaron hasta la estatua situada en los aledaños de la plaza de toros para depositar, en forma de recuerdo, ramos de flores y velas. La imagen resume el cariño que todo el mundo profesaba a Dámaso.