Antonio Ordóñez Araujo había nacido en Ronda (Málaga) el 16 de febrero de 1932. Era hijo del que fue famoso matador de toros en los años veinte, Cayetano Ordóñez “Niño de la Palma”, uno de los toreros más importantes de la llamada Edad de Plata. Era, además, hermano de los matadores Cayetano y Pepe, de los banderilleros Juan y Alfonso, cuñado de Luis Miguel Dominguín, suegro de Francisco Rivera “Paquirri” y abuelo de Francisco Rivera Ordóñez y Cayetano.
Antonio Ordóñez se vistió por primera vez de luces el 29 de junio de 1948 en la localidad riojana de Haro. En 1949 fue uno de los novilleros de mayor circulación en la temporada. El 5 de octubre se presentó en Madrid sin demasiada fortuna. El 20 de mayo de 1951, en la primera novillada de la feria de San Isidro, salió por la puerta grande tras haber cortado tres orejas. Tomó la alternativa el 28 de junio, al cederle Julio Aparicio el toro Bravío, de la Viuda de Galache, en presencia de Litri. Terminó el año con cuarenta corridas. En 1952 torea setenta y cuatro tardes, cinco de ellas en Madrid. Torea cuarenta y siete festejos en 1953, temporada que la cornada de un toro de Guardiola en Sevilla le impide torear en San Isidro. En 1956 es apoderado por Camará, desde que tomó la alternativa lo apoderó Domingo Dominguín, y fue cogido de gravedad en Las Ventas. Acaba el año con sesenta y cinco festejos. Actúa en cuarenta y siete corridas en 1957 y setenta y ocho en 1958. En 1959, año en que realiza una gran faena a un atanasio en Madrid, lo finaliza con cincuenta y dos corridas. Ese año, protagoniza una gran rivalidad taurina con su cuñado Luis Miguel Dominguín, que inspiró al conocido premio Nobel de literatura Ernest Hemingway su novela “El verano sangriento”. En 1960 inmortaliza en Madrid al toro Bilbilarga de Atanasio Fernández, en una tarde de gran tormenta y agua. Torea esa temporada cincuenta y seis corridas, sesenta y una en 1961 y cincuenta y dos en 1962, en que sufre una gran cogida en Tijuana, retirándose en Lima en el mes de noviembre. Reaparece en 1965 y permanece en el primer plano hasta su nueva retirada el 12 de agosto de 1971 en San Sebastián. Durante esos años torea cuarenta tardes en 1965, cuarenta y cinco en 1966; treinta y cuatro en 1967; setenta en 1968; cincuenta y una en 1969; veintisiete en 1970 y veintiocho en 1971. Durante los años setenta interviene en diversas corridas goyescas, una vez al año. La reaparición que tiene lugar en 1981, sólo torea dos festejos, resulta fallida por sus condiciones físicas, siendo el último festejo en la plaza de toros de Ciudad Real el 17 de agosto de 1981.
El 9 de septiembre de 1980, en su Ronda natal, torea su última corrida goyesca, alternando en un apasionante mano a mano con su yerno Francisco Rivera “Paquirri”. Tras triunfar ambos diestros, es recordada también esta tarde por una bonita fotografía en que dan la vuelta al ruedo acompañados por sus nietos e hijos respectivamente, Francisco Rivera Ordóñez y Cayetano.
Tras su retirada, siguió ligado al mundo de los toros, dirigiendo su ganadería, empresario de plazas como el coliseo Balear o Ronda, donde organiza anualmente la tradicional corrida goyesca, además de dirigir la carrera de su nieto Francisco Rivera Ordóñez.
Fue el primer torero en recibir de manos de Su Majestad don Juan Carlos I la Medalla de Oro en las Bellas Artes.
Sabedor de la gravedad de su enfermedad, una semana antes de morir confesaba a Álvaro Domecq y Díez: “Álvaro, este toro es el más difícil que debo lidiar en mi vida y lo malo es que no hay sobrero”.
Así se fue para siempre Antonio Ordóñez, uno de los diestros más grandes de la Fiesta.