La ganadera salmantina Pilar Majeroni Sánchez-Cobaleda recibió en la tarde del viernes un caluroso homenaje a su trayectoria taurina por parte de los profesionales del toro locales al que se sumaron numerosos aficionados.
Propietaria actualmente de las ganaderías de “Castillejo de Huebra” y “José Manuel Sánchez” y de los hierros de las desaparecidas “Terrubias” y “Sánchez Cobaleda”, siempre se la recordará por estos últimos, los míticos “patasblancas” tristemente desaparecidos aunque en periodo casi artesanal de recuperación.
Toda una vida dedicada al toro bravo, primero desde niña junto a su tío Manuel Sánchez-Cobaleda, a quien quiso poner en valor como otro de los grandes ganaderos salmantinos pero poco reconocido y después junto a su marido José Manuel Sánchez, otro de los míticos criadores del Campo Charro tristemente fallecido, con el que juntos dirigieron cuatro ganaderías con cuatro hierros y cuatro encastes distintos.
Un homenaje organizado por tres matadores salmantinos: Domingo López-Chaves, Andrés Sánchez y Juan Diego, que contó con la eficaz dirección de la periodista Ana Hernández y una emotiva entrevista a la ganadera por Fernando Fernández Román rodeados de más de dos centenares de ganaderos, toreros y aficionados en el abarrotado salón del Centro Internacional del Español de la capital salmantina, destacando por encima de todos la presencia de otra leyenda viva salamantina: Santiago Martín “El Viti”.
Un legado impagable el de toda una vida criando toros bravos para las principales ferias de España y Francia cuya continuidad está asegurada por sus cuatro hijas, en especial por María José Sánchez Majeroni con la colaboración de su marido Fernando de Patrocinio, cabezas actualmente más visibles en perpetuar la herencia genética viva de una historia ejemplar de afición y amor al toro bravo.