El tema duro de la semana es la convocatoria de huelga planteada por la Unión de Picadores, Banderilleros y Mozos de Espadas. Naturalmente en Valencia. Por encima del derecho de cada colectivo a defender sus intereses, que debe respetarse, hay motivos para pensar que la convocatoria es cuanto menos precipitada. Y el calendario sesgado. No se han sentado a negociar como quien dice, ni siquiera ese extremo está claro y cuando aún le queda un año de vigencia al actual convenio, es decir cuando queda o debería quedar tiempo sobrado para negociar, para analizar, para escalonar soluciones o para medir consecuencias, llega la amenaza de huelga, con toda la desazón y desmotivación que ello puede generar entre los aficionados.
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