Inauguró la segunda nocturna un novillo amplio y con volumen de López Gibaja. Frío de salida. Álvaro Sánchez, de Cabanillas del Campo (Guadalajara), se presentó en esta plaza. Sánchez se preocupó de empaparlo en el capote, de llevarlo mucho. Le costó un mundo meterlo en el caballo. Finalmente cobró un puyazo en la querencia y otro en la contra querencia. En banderillas cortó. Alcanzó a Juan Carlos Rey, afortunadamente sin consecuencias. Sánchez estuvo firme tragando la aspereza por el pitón izquierdo y aprovechando la mejor condición por el derecho. Buscó la largura. Pinchó varias veces. Silencio.
El cuarto fue un auténtico toro. Por alzada, por seriedad, por voluminoso. Una barbaridad para un novillero. Álvaro Sánchez echó muy bien los vuelos para embarcar la embestida aunque fueron pocos los lances limpios. Mejor la expresión que la ejecución. Fue un novillo que se dejó pegar en el caballo. Se fue a los medios para empezar la faena después de brindar al público. El novillo se vino como un obus, a punto estuvo de ser alcanzado partiéndole la taleguilla. Se repuso el novillero para continuar exigiéndole a un novillo que sabía lo que se dejaba atrás. Por el pitón izquierdo mostró mejor humillación, más continuidad. Sánchez se rompió con él apostándole mucho en una comprometida labor. El novillo no fue agradecido al esfuerzo, incluso le pegó una última tarascada. Gran estocada. Saludos tras leve petición.
En segundo lugar se lidió un novillo ancho de sienes. Altote aunque más fino que el primero. Carlos Domínguez lo corrió hacia atrás. El novillo se puso corretón, fue picado en los dos caballos al salir suelto del primer encuentro. El mejor puyazo fue el de la contra querencia de Mario Benítez. Domínguez, que brindó al público, estuvo dispuesto aunque sin lograr hilvanar faena debido a la embestida tan descompuesta. Estocada algo desprendida. Palmas.
El castaño chorreado que hizo quinto abría la cara astifina. Muy hondo, con volumen de toro. Un novillo que apretó mucho de salida a Carlos Domínguez que se lo sacó a los medios dándole los adentros. Cumplió en el caballo. Bien lidiado por Rafael González. Carlos Domínguez empezó de rodillas con la embestida pasando por el pecho con mucho riesgo. Siguió con mucho valor pero la faena se fue diluyendo por la descompuesta embestida del novillo. Estocada habilidosa, desprendida. Silencio
El tercero de López Gibaja fue muy astifino. Se presentó en esta plaza Álvaro Chinchón con él. Un novillo huidizo que fue bien metido en el canasto por Gómez Escorial. En la muleta resultó un manso encastado que humilló de buenas maneras en la muleta del novillero. Chinchón se preocupó de buscar el pitón contrario en una tanda ajustada. Después corrió bien la mano, ya en los terrenos de la querencia. Se acabó el novillo finalizando el trasteo con la cara por las nubes. Estocada en lo alto. Vuelta al ruedo tras petición.
Cerró la nocturna otro ejemplar de mucho trapío de López Gibaja. Con estas hechuras y presentación es imposible lanzar torero alguno. Fue un novillo reservón de salida. Sin embargo en la muleta desarrollo mejor fondo que el conjunto de la novillada. Álvaro Chinchón se fajó en una faena de buen trazo aunque no resultó lucida en todas sus fases. Hizo un esfuerzo por acoplarse el novillero de Chinchón. La voluntariosa imagen quedó difuminada por su manejo con la espada. Silencio
Madrid. Jueves 4 de julio de 2024. Certamen Cénate Las Ventas. Novillos de López Gibaja. Novillada excesivamente presentada, astifina, amplia. De correoso juego a excepción del noble sexto y del manso encastado tercero. Álvaro Sánchez, silencio y ovación con saludos tras petición; Carlos Domínguez, palmas y silencio; y Álvaro de Chinchón, vuelta al ruedo tras petición y silencio. Entrada: Casi media plaza.
