Francisco Brines, poeta y último Premio Cervantes -máximo galardón de las letras hispanas- ha fallecido este jueves a los 89 años de edad. El escritor valenciano, natural de la localidad de Oliva, era un profundo aficionado a los toros. Acérrimo partidario de Antonio Ordóñez y Rafael de Paula, formó parte del jurado de los premios taurinos que entrega la Diputación de Valencia desde su creación hasta que sus facultades físicas se lo permitieron.
Lejos de ocultar sus gustos por la tauromaquia, hacía gala de su afición siempre que podía, como fue en una entrevista que concedió en marzo de 2016 a El Cultural. Preguntado por su afición a los toros, Brines respondía: “La Fiesta es el espectáculo más bello y perfecto que han creado los españoles. Los partidarios de su abolición son tontos. Se lo dije a un joven animalista y faltón a la salida de la plaza: defendéis los toros, pero si alcanzarais la abolición, lograríais lo que no consiguió Hitler con los judíos, exterminarlos, porque para leche o para carne hay otras razas, y más baratas”.
Y ahondaba en su argumento: “Me gusta por su estética, porque puede ser una experiencia bellísima. Hay toreros mediocres que sólo tienen técnica, y otros que tienen mucho arte e inspiración. A veces, en un natural, da la impresión de que el tiempo se ha detenido. Eso también lo produce la poesía, y el arte”.
En la referida entrevista, se hacía hincapié a que nunca ha escrito de toros. A lo que Brines contestó: “No. Yo quería escribir un tríptico sobre el torero, el toro y el público, pero no lo he hecho, y ya no lo haré. Ahora no voy a la plaza porque camino mal”.
Además, colaboró en la revista Quites en sus primeros números y también en su renacimiento en 2019. Precisamente en el número del regreso de la publicación se publicó de nuevo el artículo “El arte del toreo: razonamiento de una mirada”, que ya apareció en el número 5 de la revista (1986) y que pueden leer -páginas 63-71- pinchando aquí.