OBITUARIO

Fallece Enrique Andreu Mateo, enfermero de la plaza de toros de Valencia

Redacción APLAUSOS
domingo 05 de febrero de 2023
Formó parte durante cincuenta años de los distintos equipos médicos del coso de la calle Xàtiva

Nos ha dejado Enrique Andreu, con el que compartimos tanta y tanta vida en la enfermería de la plaza de toros de Valencia. Lo conocí hace muchos años, cuando el Dr. José María Aragón comandaba el equipo y después con el Dr. Cristóbal Zaragoza, hasta que hace unos años tras un pequeño homenaje de despedida que hicimos todos los miembros del equipo, decidió jubilarse. Si hubiera que definirlo en una sola palabra, la de caballero sería la adecuada. Ha sido una persona que emanaba conocimiento tanto de su profesión, como de la vida y del mundo de los toros, que era su mayor afición. Fue un privilegio estar sentado a su lado en el burladero de médicos, escuchando, aprendiendo de sus juicios y opiniones sobre lo que daban de sí, toros y toreros, que acompañaba además comentando situaciones vividas con los doctores Serra, Valls y De Luz, los jefes de equipo con quienes estuvo también trabajando en la plaza valenciana, lo que le dio ocasión de atender a los grandes maestros de la tauromaquia de diversas épocas. Trasmitía bonhomía, gran educación y respeto en el trato a todo el mundo, se mantuvo en la constante discreción, en la humildad, daba protagonismo a los demás, pero estaba allí, siempre en el sitio justo, atento y oportuno.

Recordaba muchas frases, muchas anécdotas de toreros que acudían a la enfermería, que posteriormente recopiló en un librito personal que encuadernó y nos regaló a los compañeros de equipo, donde se recogen casi todas las que pudo contar sin molestar a nadie como él decía. Muchas de ellas me vienen frecuentemente a la memoria. Cuando algún torero gesticulaba en exceso en el ruedo, es un ejemplo, me apuntaba: “Torero que habla con el público… mal torero”, me lo decía bajito, claro. Él se encargaba de redactar los “partes de enfermería” que por sus conocimientos anatómicos fueron siempre de una claridad y precisión intachables, tanto que nada tenía que corregir el cirujano cuando los pasaba a su firma.

Sirva este pequeño, breve, sincero escrito, para recordar y dar fe de su extraordinaria personalidad y del ejemplo que fue su trayectoria profesional, deja mujer, cinco queridas hijas y varios nietos que recordarán a su padre y abuelo como lo que ha sido un gran hombre en todos los sentidos. Todos nosotros, compañeros de equipo quirúrgico, lo recordaremos siempre con mucho cariño, quedamos huérfanos de su sabiduría y bondad. Los toros en Valencia pierden a un grande.

Por Dr. Fernando Carbonell (Cirujano de la plaza de toros de Valencia)

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