Fernando Adrián salió espoleado y dispuesto a todo en su debut en Castellón, donde abrió la puerta grande. Se libró de milagro y fue cogido sin consecuencias al iniciar la faena de muleta con un cambiado de rodillas frente al segundo. Todo quedó en un susto y el madrileño terminó abriendo la puerta grande tras cortar dos orejas, una de cada uno de su lote.