Antonio Ferrera cuajó una gran serie al natural, luchando contra los elementos -la lluvia y el viento- frente a un enclasado toro de Adolfo Martín en la vigesimocuarta de San Isidro. La lluvia y el viento le impidieron cuajar una obra rotunda, aunque logró momentos de brillantez. En los micrófonos de OneToro TV se expresaba así: “Ante la climatología, el viento y la lluvia, ponerle alma y ponerle corazón”, decía justo antes de salir a recoger la ovación cque le brindó el público de Madrid.