Nieto de Juan Pedro Domecq y Núñez de Villavicencio, hijo de Juan Pedro Domecq y Díez y hermano de Juan Pedro y Fernando Domecq Solís, Borja Domecq venía de una de las más destacadas estirpes ganaderas
“El toro es como un cóctel de virtudes, la bravura es lo primero, la duración y la movilidad son muy importantes hoy día también, al igual que la toreabilidad, que en su versión buena implica bravura, y además debe tener nobleza, pero con cuidado, porque si se pasa de noble aburre”