Correcto de presentación el quinto, que entró dos veces al caballo montado por Ignacio Rodríguez, que fue ovacionado. Faena iniciada con las dos rodillas en tierra toreando por alto y derechazos rematados con el de pecho. Bien Ginés. Tras unos inicios muy buenos sobre el pitón derecho, donde toreó a gusto y con temple, tomó la zurda para exprimir al máximo el buen pitón izquierdo del de Victoriano. Fueron tres tandas de mucho empaque, garbosas y templadas. El público reaccionó aplaudiendo a rabiar al extremeño, que terminó adornándose antes de instrumentar una serie de bernadinas ceñidas rematadas con un gran pase de pecho. Pinchó en lo alto y sonó un aviso antes de cobrar una estocada que por sí sola valía el merecido trofeo que paseó.
De defensas muy desarrolladas el segundo, otro toro serio que cumplió en el caballo. Yon Lamothe aprovechó su turno para quitar por saltilleras. En la muleta fue un toro noble y soso al que Ginés Marín toreó con muy buen trazo en dos excelentes series sobre la derecha. Pronto, y al cambiarse a la zurda, se vino muy a menos el Victoriano, optando Ginés por abreviar con buen criterio matando de una caída delantera.
Bien presentado el primero de Victoriano del Río, que repitió con codicia por ambos pitones en el capote de Castella, que lo lanceó con buen aire a la verónica. Fue bravo en el primer puyazo. Comenzó la faena el francés con cinco emocionantes estatutarios abrochados a un cambio de mano y el de pecho. En el platillo del ruedo, siguió después por excelentes y templados naturales, con mando. Sobre la derecha bajó el diapasón antes de un arrimón final metido entre los pitones. Falló a espadas y todo quedó en silencio, siendo ovacionado el de Victoriano del Río en el arrastre.
Un toro cuajado fue el cuarto, que fue devuelto pero ante la imposibilidad de que el victoriano volviera a los chiqueros, Castella le dobló rápidamente antes de despacharle de una casi entera. Salió el primer sobrero, del mismo hierro, abierto de sienes pero algo blandito de salida. Sentado en el estribo inició la faena Castella, que le firmó dos series notables al natural. Un espejismo. Porque el toro echó el freno de mano yendo a menos obligando al francés a torear en las cercanías. No acertó nuevamente con la espada y fue silenciado.
Precioso el burraco que hizo tercero, de buenas hechuras y bien armado, que cumplió en los dos encuentros, mostrando codicia en banderillas. Dos buenas tandas de Lamothe para principiar faena, pero como ya ocurriera con Ginés, el toro perdió gas cuando el galo se cambió la muleta a la mano izquierda. Final con un toro totalmente apagado. Estocada caída suficiente. El sexto, otro cinqueño adelantado, cumplió a secas en dos entradas al caballo. Tras dos series de derechazos perfectamente dibujados, el victoriano huyó de la pelea escapándose varias veces refugiándose en tablas, donde Lamothe intentó cuadrarlo, pasaportándolo de dos pinchazos sin soltar antes de dejar una muy baja al tercer intento atascándose con el descabello.
Mont de Marsan (Francia). Jueves, 18 de julio de 2024. Segunda de la Feria de la Madeleine. Toros de Victoriano del Río (4º bis) y Toros de Cortés (6º), desiguales de hechuras. Cinqueños el sexto y el cuarto bis. De poco juego en general salvo el excelente quinto, de nombre Forajido. Sebastián Castella, silencio y silencio; Ginés Marín, palmas y oreja; y Yon Lamothe, palmas y silencio. Entrada: Lleno.
