Diego Ventura rozó la Puerta del Príncipe y cuajó una de las mejores obras de su trayectoria en Sevilla al quinto, del que cortó las dos orejas. Importante tarde de Guillermo Hermoso, que falló con el acero y tarde de clasicismo de Sergio Galán, que también marró con el rejón de muerte. Los rejones de Sevilla, en el objetivo de Agustín Arjona.