Importante Pérez Mota, oreja y cornada, y puerta grande para Sergio Serrano en Azpeitia

FOTOS DE ANDRÉ VIARD DEL FESTEJO

Fotos: ANDRÉ VIARD

La primera corrida de la Feria de San Ignacio de Azpeitia tuvo todos los ingredientes: buen toreo, toreros valientes y entregados, toros encastados, triunfos y dos cornadas. El triunfador fue Sergio Serrano, que vio cómo sus dos compañeros se iban a la enfermería y debía matar los dos últimos toros de un encastado encierro de Cuadri. El albaceteño afrontó el reto con decisión y arrojo y consiguió abrir la puerta grande. Anteriormente había dejado una grata impresión Pérez Mota, que cortó una oreja de su primero y que fue cogido por su segundo siendo atendido en la enfermería, donde también tuvo que ser intervenido Paulita tras recibir un puntazo en el cuello en el que abría plaza.

La tarde arrancó con un primer toro de Cuadri bien presentado, de buena condición pero falto de fuerza, lo que hizo que no terminara de rebosarse en los muletazos. Lo recibió Paulita toreando con gusto a la verónica. Faena estilista y segura del aragonés que logró los mejores pasajes toreando sobre la mano izquierda, por donde embistió mejor el toro. Hizo un esfuerzo. Mató de un pinchazo y estocada tras la que recibió un pitonazo en el cuello. Entró a la enfermería por su propio pie. La cuadrilla recogió la ovación. En la enfermería fue atendido de un puntazo en el cuello que en principio no revestía gravedad, pero para descartar otros daños fue trasladado al hospital Donostia de San Sebastián.

Una oreja cortó Pérez Mota del segundo de la tarde, un ejemplar bien presentado y de buen juego, que fue ovacionado en el arrastre. El gaditano estuvo muy firme y decidido en todo momento, en una faena realizada en los medios. El toro descolgaba y Pérez Mota lo aprovechó para dejar patente su concepto clásico , destacando una tanda abrochada con un cambio de mano que ha sido muy torera y con hondura. Lo mató de buena estocada. Gran dimensión volvió a dar en el cuarto, un toro encastado, con movilidad pero sin entrega. Lo entendió el gaditano. Perfecto en las distancias y en la colocación. Consiguió someter al de Cuadri por abajo. Se tiró muy derecho y fue cogido. Se levantó conmocionado y fue trasladado a la enfermería, donde fue operado y trasladado al hospital Donostia con “una herida por asta de toro en el tercio superior de la cara interna del muslo derecho con tres trayectorias, una de 8 centímetros, otra de 4 y otra de 5. En principio no afecta a vasos importantes”, según informó Aplausos Radio.

Sergio Serrano, que llevaba un año sin torear, se quedó con tres toros y afrontó el reto con gallardía. Cortó las dos orejas del último de la tarde, un toro encastado, con movilidad y transmisión. Había que hacer un esfuerzo y el albaceteño lo hizo. Faena intensa y sincera, de desgarro por parte del torero. Mató de una sensacional estocada. Estuvo valiente y entregado con el quinto de la tarde. El manchego no le volvió la cara a un toro complicado y con peligro. La faena tuvo emoción. Fue ovacionado. El tercero de la tarde fue un toro complejo, con una embestida desigual y con violencia. Sergio Serrano estuvo tenaz y queriendo en todo momento, buscando el camino del triunfo. Estuvo a la altura con un toro exigente.

Azpeitia, viernes 31 de julio de 2015. Toros de Hijos de Celestino Cuadri, bien presentados, musculados, con plaza. El primero fue noble pero escaso de fuerzas. El segundo fue el de mejor condición del encierro. El resto fueron encastados, desarrollando más complicaciones el quinto. Paulita, ovación con saludos que recoge la cuadrilla tras ser herido; Pérez Mota, oreja y ovación que recoge la cuadrilla tras ser herido; Sergio Serrano, silencio tras aviso, ovación y dos orejas. Entrada: Tres cuartos de plaza.

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