Campanero, un semental de encaste Santa Coloma de la ganadería extremeña de José Luis Bertol -hierro adscrito a la Asociación de Ganaderías de Lidia-, se ha convertido en el primer toro bravo sometido a un tratamiento fisioterapéutico de alto rendimiento.
Tras lesionarse gravemente una pata durante una pelea en el campo, el ganadero no dudó en poner al servicio de su semental la mayor tecnología terapéutica del mundo para tratar de recuperarle. Así, se trasladó a la dehesa un equipamiento de última generación para practicar al animal un tratamiento de Fisiotecnología Neurocientífica Funcional, por primera vez aplicado a un toro de lidia. Para ello, se emplearon:
- 2 Ecógrafos HD – Canon Aplio y Sonosite.
- 4 equipos de EPI Advance.
- 7 electro estimuladores.
- 1 Láser de Alta Intensidad.
- 1 SIS Sistema Superinductivo Magnético.
- 5 equipos Biorreguladores.
- 2 Pointer Plus.
- 700 agujas de acupuntura.
Las operaciones las ha llevado a cabo la Clínica Javier Alfonso, que aunque lleva más de veinte años trabajando en el campo de la fisioterapia científica de alto rendimiento nunca antes se había puesto al servicio de un toro bravo. “El objetivo prioritario de este tratamiento era, primero, diagnosticar, para conocer el alcance de la lesión, y luego rehabilitar la zona dañada, con un tratamiento de alto rendimiento similar al que realizan a deportistas profesionales”, señalan desde la propia clínica. “Como el toro bravo de lidia tiene una capacidad biomecánica sobrehumana, y un umbral del dolor altísimo, se han empleado por primera vez cargas electro estimuladoras especiales de hasta 50.000 miniyuls -cuatro veces más potencia del máximo empleado en humanos- para realizar un tratamiento extra intensivo mientras duraba la sedación”.
“La base del tratamiento -señalan- ha sido la Neuromodulación Funcional, invasiva y no invasiva, para recuperar la función nerviosa periférica que se había visto afectada por la lesión. Y Terapia regeneradora invasiva, para acelerar el proceso de recuperación de la articulación del tarso, que es la articulación afectada. Se trata de una experiencia científica pionera en el mundo en el campo de la fisioterapia, que, tras arrojar muy buenos resultados, puede probarse en humanos para acelerar y mejorar los actuales procesos de rehabilitación”.