Abrió la novillada de Paloma Sánchez Rico un agresivo novillo de apariencia. Ancho de sienes, muy astifino, con presencia de toro fuerte de cualquier plaza de primera. Una exageración que jamás debió ser aprobada en esta plaza por exceso de trapío. Una trampa para los novilleros en lugar de una oportunidad. Una barbaridad. Rafael Reyes lo recibió sobre las piernas llevándolo hasta los medios. Hizo una buena pelea en varas. En la muleta resultó probón, deslucido, bronco… Reyes le dio sitio entre muletazos para ponérselo fácil pero ni por esas. No rompió. Firmeza del cordobés ante la falta de raza del novillo. Se atacó con los aceros.
El cuarto pareció lastrado desde el principio. Sin fuerza y, quizá, lastimado. No fue devuelto. Rafael Reyes anduvo voluntarioso en un conjunto sin historia debido al poco juego del novillo dada su escasa fuerza. Faena de largo metraje pese a la falta de contenido.
El Niño de las Monjas se fue a la puerta de chiqueros a recibir al segundo. Un novillo estrecho de sienes tocado arriba de pitones. Muy serio, con apariencia de uro. Pegó un frenazo a la salida del toril, aguantó el valenciano en el sitio que libró con una larga cambiada muy ajustada. Muy abanto en los primeros tercios. En el caballo no humilló en ningún momento, sin emplearse. En la muleta tuvo genio. Embistió a oleadas. Sereno estuvo El Niño de las Monjas, que expuso con dominio. El valenciano pegó media estocada poco efectiva, varios pinchazos y varios descabellos. Cuando el novillo buscaba el refugio de las tablas para echarse, el presidente José Antonio Rodríguez -con muy pocas luces- decidió sacar el pañuelo para el tercer aviso. El novillo dobló pero las cuadrillas no pudieron pegarle el puntillazo, cuando se acercó el puntillero de la plaza ya había cogido aire el novillo, por lo que se levantó. Imagen dantesca hasta que se consiguió meter al novillo, todo gracias al ignorante presidente que ante la falta de conocimiento se agarró al reglamento provocando una imagen bochornosa. Finalmente el novillo murió en el túnel de los chiqueros por lo que los operarios tuvieron que arrastrar con una soga hasta la boca del toril, donde lo recogieron las mulillas.
El quinto fue otro novillo fuerte, acapachado y cornidelantero. Cuajado, largo, con aspecto de toro. El Niño de las Monjas se decidió a irse a la puerta de chiqueros cuando ya estaba saliendo el novillo por la puerta. Lo recibió finalmente en el tercio con varias largas cambiadas encadenadas. Ya el novillo apuntó la rabieta que llevaba dentro. En el caballo fue pero no se empleó de verdad. El valenciano brindó al público. Le plantó cara al novillo en una labor de mucha voluntad. Ganando la cara al novillo, con decisión. El novillo se volvió siempre sobre las manos con peligro. En el tramo final de la faena llegaron los mejores momentos. Alargó la faena en exceso como sin recordar los tres avisos escuchados en su turno anterior. Pinchazo, estocada corta.
El tercero fue el primero con apariencia de novillo en lo que va de tarde. Un novillo con la cara colocada y zancudo. Uceda Vargas lo lanceó con buen aire a la verónica. Otra pelea discreta en varas. Uceda Vargas brindó al público. Empezó la faena con compromiso en los medios, enjaretó varios derechazos de buen trazo. El novillo fue aburriéndose. La faena se diluyó en las medias arrancadas. Estocada baja. Palmas que saluda por su cuenta.
En el sexto regresó el sinsentido iniciado por el primero de la tarde. Otro novillo destartalado, propio de ser lidiado en un encierro por su espectacular testa antes que en la primera plaza del mundo y para un novillero que en 2022 sumó tres festejos. Lamentable circunstancia. El novillo, muy orientado en todo momento, fue complicado. El sevillano abrevió con buen criterio. Estocada y varios descabellos.
Madrid. Domingo, 11 de agosto de 2024. Novillos de Paloma Sánchez-Rico de Terrones. De excesiva presentación, especialmente exagerados 1°, 5° y 6°. Sin posibilidades para los novilleros. Falta de raza en su conjunto. Rafael Reyes, silencio tras aviso y silencio tras aviso; El Niño de las Monjas, silencio tras tres avisos y ovación con saludos; y Uceda Vargas, palmas y silencio. Entrada: .