Llegaba Villaseca de la Sagra a su cuarta novillada y un nombre puso muy caro el Alfarero de Oro. Procedente de México, afincado desde hace cuatro años en Madrid, Isaac Fonseca, vino a decir a que quiere ser figura del toreo por medio de la emoción, ímpetu y ganas. Lo vivido en el tercero fue apoteósico, con un valor desmedido pero consciente, y tan exigente coso se puso en pie ante la extraordinaria faena. Recibió Fonseca a su oponente por buenas verónicas y el quite por tafalleras resultó ser ajustadísimo. Rodillas en tierra en el inicio con la muleta para imponerse al bravo y encastado novillo de Baltasar Ibán. Entre medias, una arrucina espeluznante. Después lo que vino fue un toma y daca en el que se impuso el torero por completo. El astado, más que embestir, venía con furia y temperamento. Las tandas ejecutadas por ambos pitones fueron vibrantes, especialmente dos al natural, y el final por bernadinas sin ayuda provocó el éxtasis del público. Con la espada, se tiró sobre el mismo morrillo. Dos orejas.
Ante el sexto demostró otro concepto diferente, el torero vertical y de encajada composición de figura. Le dio los tiempos y distancias necesarias a su oponente para completar una gran tarde.
Ignacio Olmos dejo destellos de la gran zurda que atesora ante los dos toros tocados en suertes. Demostró seguridad y sapiencia, pero no terminó de encontrase del todo.
Buenas maneras, temple y gusto demostró Víctor Hernández. Paciente en todo momento y dentro de su concepto, ralló a gran altura apuntando cosas muy interesantes. Algunos enganchones afearon sus faenas.
Tampoco defraudó la ganadería, que dio lo que se esperaba de ella: casta, transmisión, exigencia… Y al final, dos de los novillos fueron premiados con la vuelta al ruedo.
Villaseca de la Sagra, viernes 10 de septiembre de 2021. Cuarta novillada del Alfarero de Oro. Novillos de Baltasar Ibán, encastados, bravos y con temperamento. El segundo, de nombre Arbolario, nº 99, premiado con la vuelta al ruedo. El tercero de nombre Fusilito, nº 61, también premiado con la vuelta al ruedo. Ignacio Olmos, silencio y silencio; Víctor Hernández, ovación tras petición y silencio; e Isaac Fonseca, dos orejas y silencio tras dos avisos. Entrada: Lleno.