Alcurrucén lidió ayer una de las corridas del año en Bilbao. “Estoy muy satisfecho con la corrida -asegura el ganadero José Luis Lozano-. Fue muy completa. En conjunto tuvo mucha calidad, fue su gran virtud, y hubo tres toros extraordinarios. Los que más me gustaron fueron el primero, el tercero y el cuarto, pero todos humillaron y, cuando le hicieron bien las cosas, tomaron la muleta por abajo y con codicia. Es el tipo de toro que buscamos”.
Un encierro característico de su encaste: “Fue una corrida muy en núñez, de menos a más, rompiendo en el último tercio. Hubo toros muy encastados y tal vez esos toros hubieran requerido otra faena porque no aguantan diez minutos embistiendo. Ese tipo de toro pide una faena firme y profunda, pero más corta. Aún así, los toreros estuvieron muy bien y, de no ser por la espada, hubiera sido un espectáculo de orejas. También hay que tener en cuenta que molestó mucho el viento. Al cuarto toro, por ejemplo, que fue excepcional, se le tuvo que hacer la faena pegado a tablas para resguardarse del viento y esos son terrenos donde el toro tiene más opciones de defenderse”.
Alcurrucén sigue de esta manera con su buena racha en Vista Alegre: “Es el segundo año consecutivo que lidiamos una gran corrida en Bilbao. El año pasado salieron toros muy bravos, pero en conjunto creo que la de este año ha sido todavía mejor. Esta plaza siempre se nos ha dado muy bien, recuerdo toros como uno que le tocó a Ferrera u otro a Antón Cortés en ferias anteriores que también fueron bravísimos. Bilbao marca la diferencia con respecto a las demás plazas por el tipo de toro que se exige, por la exigencia en el caballo, en la muleta… se pide toros casi perfectos. Es la élite”.