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Jóvenes con licencia para soñar

“He visto un chico nuevo que apunta alto. Te gustará. Tiene cosas de torero bueno”. El mensaje me lo han venido repitiendo profesores y aficionados sin temor a caer en la hipérbole. Naturalmente he quedado en estado de alerta y esperanza. ¿Y si de verdad fuese el esperado, el necesario?… El toreo siempre está a la espera de alguien que lo dinamice y en estos tiempos más que nunca. ¿Cómo se anuncia?… fue la respuesta más inmediata. Israel, Israel Guirao, me contestan, y seguidamente me cuentan y no acaban de su facilidad innata, de su personalidad, de lo quieto que se queda. Un puñado de fotos llegadas a mi mail confirman todo lo mucho y bueno que me han contado. Hay que hacerles caso, a las fotos, no hay un buen torero sin fotos buenas. Tú ves las fotos de las que presume un torero o sus valedores y entiendes rápido qué clase de torero es. Más aún sobre la importancia de las fotos. No hace tanto una colección de fotos buenas abría las puertas de las plazas a los nuevos valores. Ahora, con todo lo de las redes sociales no sé si surgirán los mismos efectos, pero si no hay fotos buenas… hay que sospechar y este Israel las tiene.

Bruno Gimeno, templado y de rodillas.

No es el único chico con fotos buenas de entre los que prometen en Valencia. Seis de ellos van a hacer el paseíllo en la capital esta Feria de Julio en competencia directa con dieciocho compañeros más de otras escuelas. De entre los valencianos yo tengo muy presente a Marco Polope, hermano de Miguel al que no hay que olvidar por mucho que las lesiones, malditos huesos, le tengan retenido. Los dos tienen estilo y distinción en la plaza, debe de ser cosa de familia. Marco además banderillea con la facilidad y el buen gusto diferencial de esta tierra. Cada vez que lo he visto ha crecido artísticamente y aparece más suelto. De las últimas actuaciones he valorado mucho a Bruno Gimeno, lo vi como un torbellino aquel día en Bocairent en el que el maestro Morante le hizo sitio en el cartel (cosa de las ganas, me dije, pero tiende a la rapidez que no es la mejor recomendación) y no mucho después ya lo vi más pausado, muy capaz, hay evolución, se muestra completo y resolutivo, y le pone un par de banderillas a un mosquito que pase por allí. Lo ves y te dices, va sobrado. Es importante que a los chicos se les vea por encima de los novilletes a los que se enfrentan, que luego suben de categoría y el grado de dificultad pesa mucho. Es como si sacudieses un manzano. En realidad, cada ascenso en estas disciplinas se convierte en la selectividad más cruel y acaba provocando un puñado de bajas artísticas. No tiene pinta este Bruno de que le vaya a parar el novillo.

Simón Andreu, a las puertas del ascenso.

Hay más nombres en la última hornada de la escuela de Valencia que estarán en la feria. Tengo interés personal en Alberto Torrijos, tercera generación familiar que ha sentido lo que llaman el gusanillo del toro. Me imagino lo que disfrutaría y lo que movería su abuelo, Curro Torrijos, matador de toros, banderillero, en realidad torero cada día de su existencia, viendo torear tan limpio y con tanto aseo como lo hace este tercer Torrijos. Llega a Valencia con el aval de haber triunfado en plazas tan importantes como Granada y Alicante, y las mejores referencias de quienes andan cerca de él. Otro de los nombres que presenta la escuela es el de Simón Andreu, de Chiva nada menos, que en cuestión de toreros tiene su predicamento. Buen concepto. En su hoja de servicios destaca un gran triunfo en Málaga que le ha servido para que le anuncien ya con picadores en la Feria de Agosto la que llamaban feria del chanquete que ya no. Debut ganado, no regalado, que al precio que se han puesto las novilladas con los del castoreño es premio gordo. Y se anuncia también a Artazos, un maño acogido en Valencia al que no conozco y al que también acompañan buenas referencias.

FALTA LA SUERTE

No todo lo bueno que les cuento de los chicos va a ser suficiente para triunfar, sí traen, eso sí, licencia para soñar, ellos y los aficionados. Ahora a esas cualidades hay que añadir para llegar a un final feliz las dosis imprescindibles de suerte, de constancia y una tremenda capacidad de sacrificio, pero están dando motivos para soñar y el triunfo en el toreo tiene mucho de sueños que con demasiada frecuencia acaban siendo sueños rotos. Así que compás de espera, el camino es duro, cruento y no siempre justo. No parece importar, con una frecuencia difícil de explicar siguen apareciendo vocaciones que los persiguen con una fe inquebrantable. Así que como dijo Groucho, si no le gustan estos principios (en este caso toreros) tengo otros, que nadie descarte que el torero que nos haga soñar se haya quedado en el banquillo. Forma parte de los misterios del toreo.

Marco Polope apuesta a la verticalidad.

Durante un tiempo se llegaba al toro en busca de fortuna y de un ascenso personal que la sociedad les negaba. Ya no es así (afortunadamente) o al menos no con la exclusividad de entonces, ahora los chicos llegan atraídos por lo que tiene de magia, por el resplandor de héroes que siguen generando las figuras, por el gancho de las lentejuelas se suele decir. En Valencia es viable gracias a la escuela de la Diputación que les forma, les abre las puertas y les facilita el camino de acceso.

Las cuatro clases prácticas le dan consistencia al cuerpo de la feria y recuperan parte del carácter taurino que siempre tuvo el mes de julio en la ciudad. Se trata de un remedo de las viejas novilladas sin picadores o de aquello que llamaban la oportunidad solo que mejoradas, cuidadas o, lo que es lo mismo, con ganado de garantía y unos chicos con una preparación que los de otros tiempos no tenían. En realidad, es una inversión de futuro que salta por encima de la contención empresarial a que aboca unos gastos de producción muy altos y las economías familiares más débiles a las que les están vedados acudir a los festejos mayores.

Juan Alberto Torrijos, por verónicas. Foto: Vicent Canelles

LOS CARTELES

Carteles completos de los festejos de promoción con las ganaderías a lidiar y las escuelas a las que pertenece cada espada. La entrada será libre.

SÁBADO 13 DE JULIO. Erales de El Parralejo para El Galli (Málaga), Dennis Martín (Almería), Marco Polope (Valencia), Simón Andreu (Valencia), Alejandro Rubio (Madrid) y Marco Peláez (Colmenar Viejo).

DOMINGO 14 DE JULIO. Erales de Daniel Ramos para Daniel Artazos (Valencia), Juan Zamora (Albacete), Iván Rejas (Atarfe), Eduardo Rodríguez (Palencia), Daniel Moset (Guadalajara) y Javier Cuartero (Alicante).

SÁBADO 27 DE JULIO. Erales de Torrealta para Bruno Gimeno (Valencia), Israel Guirao (Valencia), Bruno Martínez (Huesca), Gonçalo Alves (Vila Franca de Xira), Abel Martínez (Castellón) y Esteban Gordillo (Toledo).

DOMINGO 28 DE JULIO. Erales de Castillo de Azuel para Juan Alberto Torrijos (Valencia), Salvador Herrero (Salamanca), Jorge Hurtado (Badajoz), El Mosti (Nimes), Clovis (Beziers) y Rémy (Nimes).

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Jóvenes con licencia para soñar

José Luis Benlloch

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