La localidad segoviana de Cuéllar celebró este viernes un acto cultural organizado por la Peña Taurina “El Encierro” con Juan de Castilla como protagonista. Presentado por su presidente, el veterinario y escritor, Francisco Salamanca, se llevó a cabo en el Palacio de Pedro I el Cruel y entre los asistentes se encontraba el alcalde de la villa, Carlos Fraile de Benito.
El torero colombiano se remontó a sus inicios, al día en que le comunicó a su padre que quería ser torero. Recordó momentos pasados, como cuando junto a su compañero de profesión Leo Valadez iban a tentar vacas previamente toreadas y que sabían que sí o sí les iban a enganchar. No se olvidó de México, país al cual procesa un gran cariño. Hizo hincapié en el día de su alternativa en su ciudad natal, Medellín, junto al maestro Enrique Ponce y al maestro Andrés Roca Rey, tarde que recordará para siempre por lo que significó para él.
Un detalle que sorprendió a los asistentes fue cuando el diestro colombiano afirmó que la plaza en la que más cómodo se siente toreando se trata de Las Ventas, mientras que la que más le ha hecho sufrir, sobre todo en los momentos previos a trenzar el paseíllo, ha sido la plaza de toros de Bogotá.
Habló de cómo es su día a día y de su lucha por ser llegar a ser torero, profesión la cual admira y a la que dedica todo el tiempo que puede puesto que no solamente es matador de toros, sino que también debe de trabajar en una empresa de mensajería en el municipio madrileño de Coslada para poder sobrevivir, expresando que dicha empresa le facilita enormemente el hecho de poder compaginar su empleo con su carrera como matador de toros.
Recordó al maestro Iván Fandiño, al cual le unía una profunda amistad, declarando que sintió enormemente su pérdida y que se acuerda de él durante todos los días de su vida.
Por supuesto, no se olvidó de Cuéllar, municipio al que aseguró que le guarda un enorme cariño, aprecio el cual es recíproco hacía su persona por parte de los vecinos de la villa segoviana, así se lo hizo saber Francisco Salamanca. Expresó que la primera vez que acudió a Cuéllar se quedó bastante sorprendido con sus encierros, los cuales le encantaron, y de la manera en que los habitantes de la localidad viven sus fiestas.
Contó la forma en que supo que iba a trenzar el paseíllo por segunda vez en el coso cuellarano: “Me encontraba comiéndome un helado tranquilamente en el centro de Madrid, concretamente en La Puerta del Sol, de repente me llamaron y me dijeron “mañana toreas la de Cebada Gago en Cuéllar”, casi devuelvo el helado”.
Confesó De Castilla que sintió tristeza debido a que este año no pudo realizar el paseíllo en el albero cuellarano por culpa de la lluvia. Por último, dejó caer que se encuentra deseando de regresar a Cuéllar durante la temporada de 2025, esbozando una sonrisa entre los allí presentes. El acto finalizó con una entrega de obsequios con los que La Peña Taurina “El Encierro” quiso agradecer a Juan de Castilla su asistencia al acto.