La tragedia que vive Valencia deja en segundo plano del interés general cualquier otro frente informativo, lo que no quiere decir que no se produzcan noticias, la despedida, hoy mismo, de Enrique Ponce de Lima o la más llamativa de todas, la separación de los caminos profesionales de Roca Rey y del que ha sido en los últimos años su apoderado, Roberto Domínguez, acompañada de un cruce de cartas de reconocimiento mutuo que desvanece cualquier sospecha de desavenencia. La separación abre a la vez un nuevo frente de interés por saber quién asumirá la dirección a partir de ahora de quin es el torero con más demanda del momento.
En Valencia, triste objetivo de la atención mundial, los ojos están puestos en las consecuencias dramáticas de la maldita DANA que si bien no ha provocado víctimas personales en el sector taurino sí ha afectado a diversas instalaciones ganaderas, siendo la más castigada de todas la de Pedro Jovani, cuya finca La Fontenta ha visto cómo las aguas inundaban todas sus instalaciones, aislaban al mayoral y a su la familia a la vez que reventaban paredes y cercados e impedía el acceso desde el exterior durante dos días para dar de comer a los ganados.
“Estamos en época de paridera y sí tengo constancia de que varias crías recién paridas han muerto. Pero tendremos que poder entrar a todos los cercados para comprobar el número definitivo de bajas”, aseguraba el ganadero que señalaba que el agua acumulada en el suelo y la que seguía cayendo en el momento de cerrar esta edición, impedía que las madres pudiesen secar a las crías tras el parto.
La Fonteta está situada en el término de Sant Mateu, donde la lluvia no ha dado tregua en estos últimos días. En los tres primeros desde que se desataron las nubes ya se registraban acumulados de más de 200 litros por metro cuadrado, lo que hizo que se desbordasen ramblas y barrancos que ocasionaron muchos daños en la infraestructura de esta ganadería castellonense. La proximidad de la rambla Cervera que portaba gran cantidad de agua y las conocidas lagunas de las proximidades de San Mateo que se desbordaron, hicieron que incluso se inundase la carretera de acceso a la población. “No se recuerda tanto mal. Un riachuelo que se puede considerar una escorrentía parecía un río de cuarenta metros de ancho” comentaba el ganadero. En la finca de Jovani pastan 250 cabezas de reses bravas, entre vacas madres y las camadas de machos que se lidiarán las próximas temporadas.
Afortunadamente, las consecuencias del temporal son solo daños materiales afirmaba el ganadero a Jorge Casals en un primer momento, por cuanto la familia que vive en la finca, Julián el mayoral, su esposa y el hijo de ambos, se encontraban a salvo. “Lo que más me preocupa es que la familia que vive allí en la finca esté a salvo”, aseguraba en los primeros momentos Pedro Jovani, muy consternado por la situación.
El ganadero, que no pudo acceder a la finca en las primeras cuarenta y ocho horas, aseguraba que los animales, situados en la parte alta del monte, estaban bien protegidos. “Era imposible llegar a ellos, pero afortunadamente se buscaron sus refugios” se felicitaba.
Pedro Jovani describe el panorama que está dejando la fuerza del agua como desolador. “Ha derribado cercados y cancelas. Las naves de los tractores están inundadas y las balas de paja flotando por el agua, de momento son solo daños materiales que se pueden solventar”, recalca con la voz entrecortada y muy emocionado.
En el resto de las ganaderías de la zona los daños no han sido de excesiva consideración y en todos los casos, afortunadamente, solo materiales.